La muerte de Navalni
Eran las 4:00 de la mañana del pasado viernes cuando me despertaban diversas notificaciones sobre la muerte del opositor ruso Alexéi Navalni en el Centro Penitenciario Colonia Número 3 de Jarp, Distrito Autónomo de YamaloNenets. A la par, amistades rusas me preguntaban ...
Eran las 4:00 de la mañana del pasado viernes cuando me despertaban diversas notificaciones sobre la muerte del opositor ruso Alexéi Navalni en el Centro Penitenciario Colonia Número 3 de Jarp, Distrito Autónomo de Yamalo-Nenets. A la par, amistades rusas me preguntaban si era cierto que su compatriota había perecido, pues dentro de Rusia sólo se leían vagos rumores con el miedo de expandir la noticia sin autorización del Estado ruso.
Al quitarme lo dormido, busqué dentro de las páginas de la red X y sitios web de las agencias de noticias estatales rusas y de los tradicionales periódicos nacionales rusos todo lo relacionado a la posible muerte de Navalni. En efecto, había posts y publicaciones, pero muy pocos. Después quise volver a leer algo, pero no pasaron ni cinco minutos de que todo contenido fuera eliminado. Asimismo, quise sintonizar los principales canales estatales de televisión. En ninguno había una cobertura sobre el tema.
Horas más tarde me enteraría que el Kremlin había pedido a los medios de comunicación no hablar sobre la muerte del opositor ruso.
Un poco después salía una entrevista que daba el porta- voz del Kremlin, Dmitry Peskov, sobre el acontecimiento de Navalni. El mismo Kremlin fue notificado desde Moscú por parte del Sistema Penitenciario de la Federación de Rusia. Vladimir Putin, por su parte, fue informado mientras se encontraba en la ciudad de Chelyavinsk participando en un foro de inversiones.
Alexéi Navalni resultó ser el tema bomba y la noticia principal del día en torno a lo internacional. En todo el mundo salía la noticia y se daban hipótesis que al día de hoy son bastante obvias. Dentro de Rusia, sin embargo, el Kremlin trató a toda costa de tapar la noticia que se propagaba con rapidez. El efecto resultó en protestas y más de 400 detenciones en todo el país.
La muerte de Navalni fue oficialmente reportada en un comunicado del Sistema Penitenciario de la Federación de Rusia a las 14:17 hora local. Al pasar el tiempo y los minutos, se supo que a Navalni se le dio reanimación por más de media hora sin éxito alguno. Estaba realizando ejercicios rutinarios en un patio y después se empezó a sentir mal. El propio desenlace se dio después de la 1:00 de la tarde.
Hasta el día de hoy no sabemos exactamente de qué murió, pero las versiones que más se manejan son por causas naturales o por un coágulo de sangre en la cabeza.
El primero en saber sobre el fallecimiento fue su abogado y luego, tanto la madre como el padre de Navalni se enterarían por las redes sociales.
El abogado viajó directamente a Jarp después de saber la noticia. Su madre Lyudmila, por otra parte, viajó también y apenas ayer pudo ver el cuerpo de su hijo en la morgue de Salejard.
Todo parece indicar que se lo entregarán hasta el 4 de marzo para ser sepultado en algún lugar donde el mismo gobierno ruso lo imponga o dé autorización.
La muerte de Navalni se da a dos mil kilómetros de Moscú en una cárcel del Círculo Polar Ártico y no hace lógica con la información que se tiene sobre los últimos dos días antes de su trágico desenlace. ¿Resultaba una espina para las elecciones presidenciales de marzo o para la nueva presidencia de Vladimir Putin? Prácticamente, Navalni ya era un cero a la izquierda para el Kremlin. No se entiende su muerte ni las circunstancias.
Y mientras el Kremlin calla momentáneamente sobre Navalni, tenemos también a un bloguero ruso y a un exmilitar ruso que murieron de manera misteriosa en los últimos días.
¡Se ha lucido bastante el Kremlin!
