La movilización militar rusa que se veía venir
Los resultados en Ucrania no estaban siendo favorables para más de 200 días de guerra. La semana pasada empezó a llamarme mucho la atención ver a líderes del grupo privado ruso Wagner entrar a prisiones federales rusas e invitar a los reos encarcelados para formar ...
-Los resultados en Ucrania no estaban siendo favorables para más de 200 días de guerra.
La semana pasada empezó a llamarme mucho la atención ver a líderes del grupo privado ruso Wagner entrar a prisiones federales rusas e invitar a los reos encarcelados para formar parte de un reclutamiento extenso y pelear en el este ucraniano. Se habla de que el grupo Wagner habría reclutado a casi seis mil reos de 37 prisiones federales. Una de las promesas es que si los reos duran vivos por seis meses dentro de la guerra, entonces recibirán una libertad oficial por parte del gobierno ruso. Los que quieran dimitir o rehusarse a pelear, entonces serán fusilados en territorio ucraniano.
De igual manera, la semana pasada se empezó a llevar a cabo un reclutamiento muy importante dentro de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, donde se mostraba que a los hombres los sacaban de sus departamentos para llevarlos sí o sí al frente de la guerra. Junto con esto y la gran contraofensiva ucraniana en Zaporiyia, Lugansk, Donetsk, Járkov y Jersón se empezó a acelerar la idea de llevar a cabo referendos a finales de septiembre en esas mismas regiones para poder anexarlas lo más pronto posible a la Federación de Rusia. Referendos que carecen de cualquier legalidad internacional. ¿Se acuerda de Crimea?
Para este martes, la Duma Estatal decidió reformar algunas enmiendas del Código Penal ruso, donde se puede penalizar hasta con 10 o 15 años de cárcel a toda persona que no realice su servicio militar o se rehúse a atender el llamado de una movilización militar dentro del país.
Ante todo esto, empecé a preguntarme si Rusia estaría preparándose para una movilización general o si era sólo una maniobra falsa para espantar al mundo. Los rumores empezaron a darse el martes y se habló de que el presidente Vladimir Putin estaba preparando un discurso grabado para ser transmitido en cadena nacional, esto para hablar sobre los referendos que se llevarán a cabo próximamente en las cuatro regiones que pelea en Ucrania y sobre una movilización general en Rusia y dentro de las regiones ucranianas que pretende anexar de manera ilegal.
Para ser claros, el presidente Vladimir Putin nunca buscó llegar al límite de llamar a una movilización parcial o general, pero los resultados no estaban siendo favorables para más de 200 días de guerra. El líder ruso no tenía otra opción más que jugarse una carta que representa alarmismo puro y mucha desesperación en un país que miente al decir que todo va acorde al plan.
Vladimir Putin pospuso su discurso para este miércoles. Con un estilo nervioso y bastante tenso, pone a Rusia como la víctima del problema. Su retórica patriótica ultranza, sus amenazas y su nefasta forma de mentir, daban un discurso que era prácticamente parecido a su justificación de invadir Ucrania el pasado 23 de febrero.
La movilización parcial que Putin llama a realizar a nivel nacional suaviza lo que en realidad se llevará cabo en las próximas semanas. Si uno lee el decreto presidencial firmado el 21 de septiembre sobre una movilización parcial en la Federación de Rusia, entonces entiende que eso es prácticamente lo mismo que una movilización general.
Esta decisión no cambiará mucho el curso de la guerra dentro de Ucrania, pero sí dentro de Rusia. Es una de las últimas cartas por jugar que tiene Putin. Si esto sale mal, entonces el fracaso se podría convertir en algo contraproducente. No puede echarse para atrás.
Rusia no necesita una movilización. Lo que necesita es mejorar sus estrategias, sus suministros y su accionar en la guerra. La movilización es una carta muy mal jugada. No era el momento.
