La invasión a Ucrania en 2024
Surge la pregunta sobre cuánto podrá resistir el país de Zelenski en el marco de la guerra en Gaza.
Debo decir que me tiene intrigado lo que pasará con la invasión rusa a Ucrania y cuál podría ser un hipotético escenario cuando lleguemos a finales de año. Por el momento, me parece que el frío, las bajas temperaturas y el clima gélido serán un factor determinante en lo que se pueda apreciar desde el lado ruso hasta el mes de abril, lo cual es casi un hecho que será casi nulo después de la toma de la irreconocible ciudad de Marinka en la región de Donetsk y a escasos kilómetros de la capital de dicha región. Se necesitará una pequeña pausa técnica en esa zona, como también tratar de tener las menores bajas posibles ante un frío que oscilará entre los -20 o -30 grados centígrados en los próximos dos o tres meses. Veremos si existe o no rotación por parte del Ministerio de Defensa de Rusia.
Entre rumores, se habla que la ciudad de Avdiivka y otros pequeños pueblos a la redonda podrían caer en manos de los rusos en un mes o casi al terminar el invierno, pero realmente es una incógnita descifrar hasta cuándo los ucranianos resistirán el ataque de una ofensiva rusa que se ve bastante prometedora en toda la zona.
Recientemente, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, visitó a las tropas ucranias en Avdiivka, las cuales han resistido los ataques rusos desde hace ya casi un año, pero de manera mucho más arriesgada en los últimos cuatro meses. Normalmente cuando el mandatario ucraniano realiza una visita a sus tropas, casi siempre la situación se encuentra complicada o a punto de colapsar. Entonces, podríamos decir que no es mentira que la situación en el suroeste de Donetsk es reservada.
Rusia se perfila para formar estrategias más claras, las cuales podrían derivar en una ofensiva contundente y, así, generar avances que ayuden a la moral dentro de una guerra que en ocasiones se ve estancada. Yo, en lo personal, sí creo que Rusia realizará una ofensiva que pueda poner en grandes problemas a Ucrania en el área del oeste y suroeste de Donetsk. Esto debe suceder cuando las condiciones mejoren o pase la peor época del invierno.
Rusia, como tal, dudo que tenga la necesidad de volver a necesitar al grupo mercenario PMC Wagner, especialmente al saberse que dicho grupo está, casi en su totalidad, debilitado después de la muerte de su exlíder, Yevgeny Prigozhin.
Ucrania, por su parte, no sé cuánto pueda resistir si deja de recibir apoyo económico y militar de Estados Unidos, la OTAN y países aliados.
Bien comentaba hace algunos meses el presidente ruso, Vladimir Putin, sobre el hecho de que en algún momento Ucrania podría quedarse sola y sin recursos, pues la ayuda que recibe será insostenible después del 2024. Ucrania, como tal, no produce armamento. Es dependiente de la ayuda que llega desde Occidente.
Se analiza una movilización de más de 400 mil personas y la llegada de los tan anhelados F-16 que fueron prometidos por Estados Unidos y la OTAN, pero no hay nada en concreto si esto sucederá en abril o a mediados de año.
El mandatario ucraniano ha perdido protagonismo, ha perdido algo de veracidad y ahora, ante un escenario complicado, debe salir más de su país para volver a ser el protagonista que algún día fue. Definitivamente, la guerra en Gaza afectó demasiado a Ucrania.
Para este 2024 nadie ganará la guerra, pero sí será un factor determinante para buscar un acuerdo de paz o sellar un pacto en 2025 y definir las fronteras de Ucrania.
Para nada apoyo a Rusia en esto, pero es insostenible el apoyo a Ucrania si todo continúa en 2025.
