La gran responsabilidad que tiene Carlos III

• Se necesita reinventar la corona después de un periodo de 70 años de reinado ininterrumpido

Con mucha atención he leído diversas opiniones, columnas y análisis sobre la muerte de la reina Isabel II. Sean comentarios negativos o positivos, no se puede dejar de hablar de ese símbolo histórico monárquico que cautivó por 70 años al mismo reinado británico, a las excolonias británicas y a todos los países pertenecientes a la Mancomunidad de Naciones.

Se termina la era de una mujer que es la partícipe, la responsable y la artífice de una modernización tan importante para el futuro de la corona inglesa, para el modelo de la monarquía parlamentaria actual y para lo que es hoy en día el sello británico en el mundo.

Isabel II fue, es y será parte fundamental en la historia mundial. Es esa figura que siempre se mantuvo y continuó ante los cambios del mundo, de las guerras, los conflictos mundiales, la pandemia, la caída de muros y los desmoronamientos. La reina británica es esa figura que casi cada persona en el mundo reconoce quién fue. Vamos, es un símbolo longevo e histórico que se ha incrustado en nosotros, queramos o no.

Con su muerte, será necesario realizar cambios importantes dentro de Buckingham y de la misma familia real.

Existirán prioridades, protocolos y cosas que deberán realizarse de distinta manera. Se necesita reinventar la corona después de un periodo de 70 años de reinado ininterrumpido. El más longevo en la monarquía británica.

Carlos de Gales, heredero al trono, debe entender perfectamente que su llegada al poder llevará una transición complicada y bastante compleja. La figura de su madre no será fácil de reemplazar u olvidar dentro de la historia. Carlos III, ya siendo monarca, seguirá reinando bajo la sombra del nombre de su madre. El carisma, la popularidad, la fuerza y la esencia son difíciles de heredar, especialmente en un hombre de 73 años que llega al poder con escándalos de corrupción, con el pasado de la princesa Diana y un toque de cierta incógnita sobre si verdaderamente será capaz de adaptarse a reinar un cúmulo de países que atraviesan por uno de los peores periodos político-económicos en su historia moderna.

Tal vez necesitamos darle tiempo y espacio a Carlos III.

Tal vez estamos siendo muy duros al verlo como rey ya desde hace casi una semana. Carlos III recibe un reinado estable, pero no con la misma popularidad que su madre. Es por eso que el nuevo rey deberá defender a la monarquía de las críticas y realizar una mancuerna importante con la también nueva primera ministra, Liz Truss.

Si bien el rey no tiene la función de gobernar como tal, su figura es prácticamente tan importante como la del primer ministro. El rey es el jefe de Estado de Reino Unido, Gran Bretaña y otras 14 naciones.

Por eso quiero enfatizar que Carlos III necesita olvidarse de que es un príncipe. Ya es un rey. Si no logra compaginar y subir su popularidad entre el pueblo británico, la monarquía nacional comenzaría a ver su verdadera realidad después de un periodo de estabilidad. Las críticas están ya desde ahora, y más con los primeros actos bochornosos que ha protagonizado firmando decretos y documentos durante la gira de despedida de la reina Isabel II. ¿Será capaz el rey Carlos de ser el futuro de la monarquía británica?

Con la muerte de la reina se abrió más el debate sobre si esta monarquía debe continuar y si ha representado la esclavitud o el colonialismo a través de las décadas. Algunos países de la Commonwealth debaten sobre la continuidad del nuevo rey como su jefe de Estado. La monarquía británica tiene su sello republicano, pero, al final, sigue siendo esa longeva monarquía con un pasado oscuro.

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