La decisión de Suecia y Finlandia
Desde hace años, Finlandia y Suecia se negaban por completo a adherirse a la OTAN. En distintas ocasiones se rechazó por completo la idea de iniciar un proceso formal o entablar discusiones sobre el tema en los parlamentos de ambos países. Los mismos ciudadanos ...
Desde hace años, Finlandia y Suecia se negaban por completo a adherirse a la OTAN. En distintas ocasiones se rechazó por completo la idea de iniciar un proceso formal o entablar discusiones sobre el tema en los parlamentos de ambos países. Los mismos ciudadanos rechazaban tajantemente que sus fuerzas armadas tuvieran que ver algo con la alianza trasatlántica, que se fundó en 1949.
La decisión que ambos países nórdicos han tomado en las últimas semanas nos puede sorprender a muchos, pues todavía hasta antes de que iniciara la guerra en Ucrania, diversas encuestas locales mostraban un desprecio de casi 80% a la agrupación militar. Para marzo, encuestadoras locales e internacionales empezaron a ver una tendencia que se situaba entre 50% y 60% de aprobación en el tema de la adhesión a dicha alianza militar. Ahora, entre 75 y 80% se encuentra completamente a favor.
Ante el furor del ingreso a la OTAN y la aprobación en porcentajes totalmente favorables, ambos gobiernos entablaron diálogos entre las fuerzas políticas de sus países. En Suecia, los socialdemócratas no veían con buenos ojos la entrada a la OTAN hace más de un mes, pero en días recientes decidieron apoyar por completo la decisión del gobierno de la primera ministra Magdalena Andersson, bajo la premisa de no permitir la instalación bases militares extranjeras o una militarización de la alianza en el país. Por su parte, el parlamento finlandés se pronunció por la adhesión del país nórdico a dicha alianza trasatlántica, con 188 votos a favor y ocho en contra.
La preocupación de ambas naciones por su seguridad no solamente se profundiza con lo sucedido en Ucrania o con la constante amenaza militar-nuclear que están sobrellevando los Países Bálticos y Polonia, sino también con la creciente actividad de espionaje ruso en el Mar Báltico, en sus territorios y en las violaciones a sus espacios aéreos o terrestres.
Igualmente, es importante destacar que Suecia y Finlandia decidieron incrementar su presupuesto militar, lo cual es importante para la OTAN: Suecia, 8.6 mil millones de dólares; Finlandia, 6.3 mil millones de dólares. Suecia cuenta con 31 mil 800 reservas y Finlandia con 900 mil.
Por otra parte, parece que Rusia calculó mal sus amenazas y su invasión a territorio vecino, pues creyó particularmente que dichas acciones serían decisivas para que ningún país europeo pretendiera unirse a la OTAN y hubiera todavía más un acercamiento de las fronteras de la alianza trasatlántica hacia territorio ruso.
En pocas palabras, dicha estrategia del presidente Vladimir Putin resultó en otro fracaso, tal y como va su “operación militar” en Ucrania.
Ante la posible adhesión de las dos naciones se abre una nueva amenaza que proviene directamente desde Rusia: misiles nucleares estarían siendo desplegados a lo largo de la frontera con Finlandia, la cual consta de más de mil 300 kilómetros. De igual manera, lo mismo pasaría en el Mar Báltico, desde donde misiles balísticos apuntarían directamente a territorio sueco.
Según el diario británico The Mirror, esta semana diversos vehículos militares rusos transportaron, al menos, siete sistemas de misiles Iskander, y personal militar rumbo a Viborg, Rusia, ciudad que queda a 38 kilómetros de la frontera con Finlandia.
El tiempo se va rápido, y ahora todo dependerá si Turquía y Croacia deciden aprobar la adhesión de ambos países nórdicos a la OTAN, pues son los que principalmente se oponen.
Se tendrá que negociar.
