Harris contra Trump

Se preveía una paliza para los demócratas,eso ya queda completamente atrás

Estados Unidos se encuentra en uno de los procesos políticos electorales más trascendentales y decisivos en su historia como país, pero también en unos de los procesos más extraños y caóticos que uno pudiera apreciar a lo largo de los años. No sé si pareciera sacado de un libro de novela o de una historieta surrealista, donde un país poderoso tiene que elegir al menos malo de las dos opciones.

Nuestro vecino del norte se encuentra en una carrera presidencial que está a 100 días de definirse con un cierre que, muy a mi parecer, deja muchas más dudas que respuestas sobre qué le espera para sus próximos cuatro años. La lógica nos lleva a decir que cada candidato seguirá con su retórica de partido, su agenda de trabajo, con su estilo o ideología, pero realmente no sabemos si cada uno tendrá un toque más radical, más xenófobo, más calmado, más tranquilo, más arrebatado o más de un novato que se está enseñando a manejar un país. Una cosa es la campaña y, otra, el ejercicio de gobernar. El electorado estadunidense, supongo, debe estar confundido y cansado de lo que ha venido sucediendo en las últimas tres semanas entre Trump, Biden y los demócratas, pero también es consciente de que, si le interesa el futuro de su país, entonces debe tomar una decisión y votar para que no llegue lo peor que considera entre ambos candidatos.

El país más poderoso del mundo es el que ha puesto la agenda para bien o para mal y no cabe duda que el planeta entero está fijándose en lo que se viene para las próximas semanas, especialmente al saberse que Joe Biden se bajó de la contienda presidencial el domingo pasado. Todo lo que se preveía sobre una paliza para los demócratas queda completamente atrás.

Ahora, una mujer se enfrentará a lo que se rumora como “imposible” y será una persona más buscada o leída que el mismo contrincante que se salvó de morir en un atentado directo en Butler, Pensilvania. El momento de incertidumbre entre los demócratas se apagó mayoritariamente. El momento de acción se viene para una batalla que desde hace algunos días está cambiando las encuestas, las opiniones y los apoyos. Kamala Harris se convierte en la candidata que puede o no gustar por lo poco que deslumbró como vicepresidenta, pero el momento es de ella y de su decisión de tomar una ruta, y que tiene solamente cien días para derrotar a un expresidente al que muchos ya lo señalan como el ganador de las elecciones de noviembre.

La campaña presidencial del lado republicano estaba hecha y trazada en su mayoría para aniquilar en las urnas a Joe Biden. El objetivo era Biden y se confiaba que seguiría su lucha para enfrentarse a Donald Trump. Si bien se dice que existían memorandos y documentos preparados sobre una eventual llegada de bomberazo por parte de Kamala Harris desde el lado demócrata, la tirada era Biden.

La jugada cambió y no para bien desde el lado republicano. Si bien Donald Trump y JD Vance empiezan a descalificar a Kamala Harris con adjetivos calificativos bajos, creo que no están teniendo el mismo efecto que con Joe Biden.

Si bien Trump tiene prácticamente todas las de ganar en noviembre, yo no estaría ya tan seguro, pues las encuestas empiezan a decir otra cosa desde hace días.

La exfiscal de San Francisco y del estado de California se enfrentará a un convicto criminal que quiere ser de nuevo presidente. Pareciera la historia del gato contra el ratón. Una historia que, para ser el país más poderoso del mundo, es hasta vergonzoso así retratarlo, pero que, lamentablemente, así es.

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