Elecciones intermedias de Argentina
La luna de miel de Javier Milei pasó muy rápido después de tantos decretos y decisiones de golpe.
Las elecciones intermedias de Argentina dejaron de ser sólo un tema local o de América Latina. Los ojos del mundo están más que puestos a lo que suceda el domingo 26 de octubre en el país del hemisferio sur. Estados Unidos ha hecho que Argentina se convierta en uno de los temas más importantes de la política y la economía mundial.
El proyecto del presidente libertario argentino, Javier Milei, está más que en juego no sólo por su país, sino también, por lo que pueda suceder con la gran ayuda financiera que está otorgando la administración del presidente Donald Trump. Es un volado. Los pronósticos son reservados e inciertos. Lejos quedaron los puntos porcentuales que arrojaron una tremenda victoria para Javier Milei en las elecciones presidenciales de 2023. Las cosas han cambiado en más de un año y medio de gobierno. Se han cometido errores.
La luna de miel pasó muy rápido después de tantos decretos y decisiones de golpe. El oficialismo libertario ha pecado de soberbia, egolatría y patanería. Los escándalos de corrupción se cuentan e incluyen a los más cercanos del mandatario argentino. La hermanita Milei está incluida. Vamos, desde la famosa criptomoneda
$LIBRA, las coimas de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) hasta el narcoescándalo y la renuncia de la candidatura del libertario José Luis Espert para la Cámara de Diputados.
El pueblo argentino no le perdonó a Javier Milei los escándalos de su administración y los manotazos económicos que le han pegado a todos por igual en el país sudamericano. Si bien es verdad que ha bajado la inflación y se han dado importantes pasos para mejorar la economía argentina, todo ha venido rebotando en los últimos meses de este año. Con un tipo de cambio libre, con un peso argentino sobrevaluado y la fluctuación del dólar, el panorama argentino no es para nada lo que muchos esperaban. Y, si le sumamos la condena de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, como también, el resurgimiento de los kirchneristas en la provincia de Buenos Aires gracias a la misma Cristina, entonces se han acumulado factores que le pegarían tarde o temprano al nuevo experimento libertario argentino.
Dicho y hecho, septiembre fue clave para saber cómo iban las cosas con Milei. El primer test fue en la provincia de Buenos Aires, donde la oposición kuka
(kirchnerista) arrasó en los comicios locales. La paliza fue un llamado de atención para la administración mileísta. El conurbano bonaerense representa lo más importante hablando electoralmente a nivel nacional y sirve muchísimo como instrumento para medirse entre fuerzas políticas.
Ante esto, Javier Milei ha tenido que calibrar sus esfuerzos, pedir préstamos al FMI y pedir ayuda al hombre que pudiera salvarlo este próximo domingo: Donald Trump. En pocas palabras, más de lo mismo en la historia argentina.
Los sondeos son muy justos. Apenas se lleva una diferencia de uno o 1.5% entre el bloque oficialista y los kirchneristas. La pequeña ventaja se la lleva el grupo de Milei.
Se renuevan 127 bancas en la Cámara de Diputados y 24 escaños en la Cámara de Senadores.
Todo el padrón argentino está obligado a votar.
La fiesta electoral dominical representa la continuación de Milei o un posible default que agrave todavía más la situación económica y financiera del país.
Sinceramente, no creo que le vaya tan mal como en septiembre, pero tampoco le alcanzará para calmar las aguas y celebrar una victoria que bastante necesita.
La tiene complicada.
