Cinco meses de guerra

Cinco meses de guerra en estos momentos son una barba­rie de tiempo, dinero, esfuerzo, recursos, vidas humanas y sacrificios que son documentados día con día dentro de Ucrania y fuera de sus fronteras. Cinco meses de guerra nos demuestran que, aunque Ucrania ha sido ...

Cinco meses de guerra en estos momentos son una barba­rie de tiempo, dinero, esfuerzo, recursos, vidas humanas y sacrificios que son documentados día con día dentro de Ucrania y fuera de sus fronteras.

Cinco meses de guerra nos demuestran que, aunque Ucrania ha sido valiente al defenderse, no tiene las mis­mas capacidades tecnológicas y militares de su vecino in­vasor, el cual ha utilizado su ventaja para cometer crímenes de guerra, destruir ciudades en todo el país, matar a gente inocente y mentir de manera descarada ante los ojos inter­nacionales puestos en la invasión rusa.

Cinco meses de guerra no solamente afectan a lo que sucede dentro de Ucrania o Rusia, sino también le están pegando a los precios de los combustibles o del trigo en el mundo. Al igual, la guerra está provocando crisis alimenta­rias en el continente africano e inflaciones récord en distin­tos países que son producto de los precios del combustible y el bloqueo de los granos en los puertos ucranianos.

Cinco meses de guerra están provocando que, ante las sanciones económicas y el boicot comercial impuestos a Rusia, el país invasor utilice el gas como un arma de doble filo para generar una crisis en toda Europa y en distintos países dependientes del recurso natural importado des­de tierras rusas. Seamos sinceros, Europa siempre ha sido dependiente del gas ruso y nun­ca se preparó para un escenario como el que estamos viendo en los últimos días. Ante la amena­za de Gazprom y su comunicado a Europa sobre no ser capaz de suministrar gas debido a “cau­sas de fuerza mayor”, ya se pien­sa en racionar el gas que sigue llegando y comenzar a usar las reservas con las que cuentan los países afectados. Lo de menos es el verano, sino el próximo invier­no será el factor clave para saber qué tanto puede aguantar Europa ante la falta de suministro de gas ruso.

Cinco meses de guerra han mostrado la verdadera cara de Putin, de Rusia, de su sociedad al apoyar una guerra manipulada por el Kremlin, de su ideología como país y lo verdaderamente persuasible que puede llegar a ser la pro­paganda rusa dentro de su país y en el mundo. En lo per­sonal, no me sorprende que la propaganda funcione, pues su servidor vivió y estudió en la máxima casa de estudios de Rusia. Conozco a los rusos, entiendo y hablo su idioma con facilidad. Vamos, conviví con ellos durante cinco años.

En estos cinco meses de guerra, he tratado de compren­der también cómo se ve el conflicto desde el lado invasor, pero después de tomarme el tiempo por semanas y visuali­zar los programas de debate en los canales estatales rusos, su forma de hablar tan sádica y entender la manera en que mienten, me da tristeza saber lo fácil que es manipular a la sociedad rusa y a las personas que se creen cada palabra que se utiliza para mentir sobre Ucrania. A cinco meses de guerra, me parece infame y vergonzoso saber que millones de personas se siguen tragando el tema de los nazis, de desnazificar Ucrania y que el país vecino es una amenaza para Rusia.

A cinco meses de guerra, Rusia continúa su invasión en el Donbás, pero con grandes dificultades ante la llegada de los sistemas de misiles estadunidenses HIMARS que fueron otorgados a Ucrania. La guerra se estancará y Rusia seguirá utilizando sus misiles balísticos para destruir más al país vecino. Las sanciones económicas, por su parte, no son un factor que impida continuar con la invasión.

A cinco meses de guerra, Rusia se ha convertido en ese país que jamás creí odiar y calificar como Estado terrorista.

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