Argentina vota este domingo

Desde hace semanas he visto con interés lo que sucede dentro de Argentina con las elecciones primarias o PASO 2023. Es irónico el ambiente que se aprecia en los principales canales de noticias, en las lecturas de los principales columnistas, en los videos de opinión de ...

Desde hace semanas he visto con interés lo que sucede dentro de Argentina con las elecciones primarias o PASO 2023. Es irónico el ambiente que se aprecia en los principales canales de noticias, en las lecturas de los principales columnistas, en los videos de opinión de analistas políticos y en el debate de las figuras políticas de la nación sudamericana. Pareciera que los argentinos están hartos de la política, pero a la vez, se percibe una necesidad de que llegue el domingo 13 de agosto para hacerle saber a la clase política y al gobierno de Alberto Fernández lo que se pudiera venir para el próximo 22 de octubre ante las elecciones generales que se llevarán a cabo y que podrían marcar un cambio bastante importante para los próximos cuatro años o más en el país.

Argentina se encuentra hundida en una inflación interanual de 115% que podría llegar a 145% a finales de año; con un dólar blue que ya pasó los 600 pesos y el cual se prevé que siga subiendo sin ninguna barrera en los próximos meses. La inseguridad del conurbano bonaerense se ha incrementado junto con la inseguridad nacional y la calidad de vida se sigue depreciando a la par con los continuos cambios en los precios de los productos básicos que la sociedad argentina consume a diario.

Si en 2019, el presidente Macri dejó un país endeudado con una inflación para ese entonces ya fuerte y con una oportunidad perdida, ahora en 2023 tenemos un proyecto de nación que resultó peor que el que le dejó Macri a Fernández en aquel entonces.

Los que en 2019 prometieron ser un cambio sin precedentes y con una razón progresista efectiva, resultaron ser en cuatro años un fiasco injustificable.

Los que criticaban a Macri por el precio del dólar a 30 pesos o una inflación del 30-35%, ahora se justifican con sus números y culpan al pasado de lo que sucede actualmente.

El presidente Alberto Fernández se desinfló de manera completa por el mes de abril cuando supo que casi no tenía opciones y que su misma gente no lo respaldaría para buscar una posible reelección. Tiró la toalla y no buscó la reelección. Por otra parte, tampoco la vicepresidenta Cristina Fernández decidió no presentarse en las elecciones y pelear por una nueva presidencia. Sus causas judiciales y el mismo ambiente dentro del peronismo la apagaron de manera muy particular con fugases intervenciones y declaraciones que la ponen como una víctima más de la actual justicia argentina.

La principal opción de un oficialismo argentino roto se centra en un personaje político que no es un economista pero que lo hicieron ministro de Economía y el cual desde que llegó no ha podido bajar ni la inflación ni el mismo precio del dólar blue. En pocas palabras, ha sido un fracaso, pero es la carta fuerte que queda por su activismo o protagonismo dentro del gobierno.

Sergio Massa es un superministro que, aunque no es el consentido o naturalmente la pieza favorita del kirchnerismo o la Cámpora, sí es el político que pudiera salvar al peronismo del regreso de una oposición que ha ganado lugares importantes desde las pasadas PASO en 2021 y de las recientes elecciones provinciales de 2023. Son ocho las provincias que ha ganado la oposición ante las cinco que retiene el oficialismo.

Un padrón de 35 millones de argentinos está citado para votar este próximo domingo y definir las listas de candidatos para octubre.

Según mis pronósticos, pasan como principales candidatos presidenciales del oficialismo y oposición Sergio Massa, Patricia Bullrich y Javier Milei.

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