Argentina se define

El domingo 19 de noviembre se definen muchas cosas dentro de Argentina. Es el pasado contra el futuro. Es elkirchnerismo contra un movimiento libertarioopositor. Es acabar con los de siempre para que lleguen las incógnitas sorpresivas. Es definir un camino que, aunque ya ...

El domingo 19 de noviembre se definen muchas cosas dentro de Argentina. Es el pasado contra el futuro. Es el kirchnerismo contra un movimiento libertario-opositor. Es acabar con los de siempre para que lleguen las incógnitas sorpresivas. Es definir un camino que, aunque ya está bastante destrozado, todavía puede sanarse y restablecerse por una mejor vía hacia lo que necesitan los argentinos. Algunos dicen que se juegan sólo cuatro años, pero sinceramente, me parece que lo que está en juego es más que sólo una administración presidencial o sólo unos cuantos años. Es el futuro inmediato que Argentina necesita para desprenderse de un movimiento que le ha hecho tanto daño a dicha nación sudamericana.

Dos candidatos estarán peleando por llegar a la silla de Rivadavia y gobernar desde la Casada Rosada en Buenos Aires, Argentina. La fórmula puede ser sencilla, pues sólo es quien obtenga el mayor número de votos, pero a la vez, también es una formula complicada debido a los pronósticos, las encuestas, las mentiras, los votos en blanco y lo que pueda hacer el oficialismo para retener el poder que no desea soltar tan fácilmente. Mucho se habla sobre la guerra sucia que ha fomentado el kirchnerismo desde distintas trincheras y frentes sociales.

Sergio Massa y Javier Milei dependen de un padrón de más de 35 millones de argentinos que está obligado oficialmente a votar y que se encuentra, creo yo, más que decidido para otorgar su sufragio este próximo domingo. Al menos, es lo que se aprecia.

El ambiente que se vive y por lo que se puede constatar estas dos últimas semanas es de polarización entre los bandos políticos y sociales que se han cambiado de liderazgo, que han declarado por quien van a votar o que han expresado cuál podría ser el futuro para su país a partir del 10 de diciembre que es investido el nuevo presidente de la República de Argentina.

La coalición y facción de Patricia Bullrich, Juntos por el Cambio, se dividió después de la derrota en la primera vuelta del 22 de octubre, donde los radicales y los macristas decidieron distanciarse de momento y apoyar, ya sea a Massa o a Milei. Será bastante decisivo saber cómo se dividirá ese 23.84% que votó por Patricia Bullrich, pero creo que el mayor número porcentual se estaría yendo hacia Javier Milei. Es sacar a Sergio Massa sí o sí, aunque en la boleta se encuentre un candidato que para muchos de los bullrichstas está loco o totalmente desquiciado. Quedan sólo dos opciones, literalmente.

Argentina, en estos momentos está viviendo un momento de estrés y pánico con una constante propaganda de miedo ante lo que podría suceder si Sergio Massa no gana. Se promete que todo estará peor, que el transporte público subirá mucho más de precio, que ya no se subsidiará la educación pública universitaria, que el dólar blue subirá todavía más, que la inflación subirá a más de 180% y que el país se podría ir todavía más a la jodida.

El oficialismo está utilizando todos los recursos para fomentar el miedo, el mentir y el perjudicar al libertario Javier Milei, pero la realidad, es que Argentina no puede estar peor que como la ha dejado Sergio Massa, el actual ministro de Economía y candidato oficialista.

Argentina tiene una oportunidad única si logra desenredarse del miedo, de las mentiras y la basta ignorancia. El domingo se tiene la posibilidad de que un tipo misterioso y desconocido en lo político cambie el rumbo de un país que no prospera debido a la corrupción y al populismo.

No será fácil, pero creo que gana Javier Milei.

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