A seis meses de guerra

Algunos analistas refieren que Rusia nunca buscó quedarse con todo el territorio ucraniano desde que inició su su­puesta operación militar especial. Algunos otros refieren que el objetivo principal sólo era el Donbás, el sureste y los puertos del país vecino; o sea, ...

Algunos analistas refieren que Rusia nunca buscó quedarse con todo el territorio ucraniano desde que inició su su­puesta operación militar especial. Algunos otros refieren que el objetivo principal sólo era el Donbás, el sureste y los puertos del país vecino; o sea, las partes más prorrusas de Ucrania. Algunos más refieren que Rusia ha ido cambian­do sus objetivos y prioridades ante lo que sucede mes con mes en Ucrania.

Surgen hipótesis, mentiras, conspiraciones y existe desinformación de ambos lados, aunque mucho más des­de el ruso. Eso hay que dejarlo en claro.

Rusia pretendía capturar Kiev en máximo 72 horas. La guerra estaba diseñada para no durar más de una semana. Los entrenamientos militares de los cuerpos castrenses que irían a Ucrania iban acorde a lo que la inteligencia rusa veía sobre las fuerzas armadas del territorio vecino. Rusia pen­só ingenuamente que Ucrania se rendiría antes de iniciar su invasión o en las primeras horas ya dentro de territorio ucraniano.

Los mismos estadunidenses tenían más inteligencia re­cabada de los rusos, que de los ucranianos. Nadie sabía mucho sobre cómo los ucranianos estaban preparados o se defenderían ante la oleada rusa que llegaría desde Bie­lorrusia, el Donbás y Crimea. Prácticamente, todos los es­cenarios internacionales acababan en una Ucrania rendida en máximo cuatro días, una semana o un mes de guerra.

Si usted recuerda, en los primeros días de la invasión surgieron rumores sobre dos figuras ucranianas, las cuales podrían reemplazar al presidente constitucional de Ucrania, Volodímir Zelenski. Las figuras eran parte del plan kremlista: Víktor Yanukóvich, expresidente ucraniano; y uno de los amigos y padres políticos de Putin, Víktor Medvedchuk.

Yanukóvich viajó varias ocasiones en vuelos especia­les a Bielorrusia para esperar la orden de trasladarse a Kiev. Medvedchuk, por su parte, se encontraba escondido en Ucra­nia. Fue detenido a los casi cua­tro meses de invasión rusa.

Se cumplen seis meses de guerra, los cuales han sido devastadores no sólo para la infraestructura civil o las pér­didas civiles, sino también para un ejército ucraniano que ha perdido entre 15-17 mil soldados. Los mismos ucranianos hablan de nueve mil, pero eso es casi imposible.

La invasión se ha ido estancando no sólo por el can­sancio de sus tropas o las malas estrategias que continúan dando problemas al lado ruso, sino también por el hecho de que Ucrania ha estado recibiendo más armamento mi­litar y cooperación de occidente, en específico de Estados Unidos. El game changer a seis meses de guerra se llama HIMARS. Este sistema estadunidense de lanzamisiles múl­tiple ha sido una salvación, de momento, para los ucrania­nos. Se habla de que, gracias al HIMARS, Ucrania ha podido destruir más de 91 bases militares rusas y 154 depósitos de armamento. También empezamos a ver cómo se atreve a atacar distintas bases aéreas, navales y puntos estratégicos rusos en Crimea.

Ucrania necesita realizar una contraofensiva general, ya sea en el este o el sur, pero todo parece que será para el sur. Se habla de que tiene todavía 10 semanas para hacerlo, pues, de lo contrario, Rusia podría utilizar a favor la llega­da del invierno con una movilización general o una nueva oleada de soldados.

Por el momento, Ucrania resiste, pero no veo esperanza alguna sobre recuperar Crimea o mucho del Donbás. Tal vez pueda recuperar el sur y noreste de su país.

A seis meses, no hay nada escrito. Los escenarios han cambiado. Ucrania sigue de pie y es algo que preocupa al Kremlin.

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