- En esta ocasión no voy a hablar de un mito; el sarampión es una realidad, pero las noticias sobre él han sido diversas y pueden causar inquietud o alarma en la población.
En años recientes, el número de contagios de sarampión ha ido en aumento, al grado de que los científicos se han alarmado porque esta enfermedad ha atacado a personas de diversos grupos de edad, no sólo en infantes, es por eso que me permito copiar casi textualmente lo que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha publicado y que puede orientar el respecto.
La UNAM, junto con el Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) y la Facultad de Ciencias, emitieron una serie de recomendaciones a la población mexicana para saber identificar los primeros síntomas de esta enfermedad, así como los riesgos de no vacunarse.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, estiman que, en la actualidad, hay hasta nueve millones de casos de sarampión activos en el mundo, además, se han registrado 136 mil muertes por esta enfermedad, la mayoría han sido niños. En los primeros 10 meses de 2023 hubo más de 30 mil casos, en donde los contagios se dieron en grupos variados de edad, por ello las organizaciones mundiales hicieron un llamado a una acción inmediata para frenar los casos de esta enfermedad.
De acuerdo con la UNAM, la mejor manera de no exponerse a un contagio de sarampión es contando con el esquema de vacunación completo que previene esta enfermedad, así como saber identificar los principales síntomas de este padecimiento —que es altamente contagioso— es vital para su pronta atención.
La identificación de sus primeros síntomas puede ayudar a que se reciba atención médica oportuna y, en menores de edad, que se reciba el tratamiento adecuado. La enfermedad se transmite por contacto directo con secreciones, es decir, que el contacto con gotas de saliva, mucosidad y más puede ser un foco de contagio; los primeros síntomas que presenta es tos, acompañada de estornudos; es muy parecido al catarro con fiebre, ya que también se puede presentar lagrimeo y congestión nasal, esta situación se da en los primeros 10 días desde que se infecta la persona.
Las complicaciones ocurren más frecuentemente en niños menores de 6 años y en personas inmunocomprometidas. Los efectos se pueden presentar en oídos, laringe y pulmones y, aunque poco frecuente, también aparece daño cerebral. Los casos son más constantes durante los primeros cuatro meses de cada año (final del invierno e inicio de la primavera).
En México, la vacuna contra el sarampión se aplica desde 1970, en 1998 se sustituyó por la vacuna triple viral, que protege contra sarampión, rubéola y parotiditis (SRP), y unos años después se incluyó un refuerzo para los adolescentes con vacuna contra sarampión y rubéola (SR). En los últimos 15 años, las coberturas de vacunación no han alcanzado los niveles óptimos, por lo que muchas personas jóvenes, fundamentalmente, no tienen protección contra estas enfermedades, destacadamente contra sarampión.
- La UNAM insistió en que, si hay sospecha o dudas, comunicarse a la Dirección General de Atención a la Salud (sos@unam.mx), al PUIREE (puis@unam.mx) o acudir a su servicio de salud. Mayor información en: www.puiree.unam.mx
