El México que queremos
El que ha superado sus miedos será verdaderamente libre. Aristóteles Cuando estudiábamos la primaria y la secundaria, una de las materias más interesantes era la Historia de México; a nuestros pocos años aprendimos de las luchas que los mexicanos han emprendido ...
El que ha superado sus miedos será verdaderamente libre.
Aristóteles
Cuando estudiábamos la primaria y la secundaria, una de las materias más interesantes era la Historia de México; a nuestros pocos años aprendimos de las luchas que los mexicanos han emprendido primero, para ser libres, luego para deshacerse de los caudillos y dictadores, y después para construir un país de leyes redactando y publicando la Constitución Mexicana que aún hoy está vigente. Y ya grandecitos formamos parte de esa población que logró a tirones quitar el control de las elecciones al gobierno y establecer el Instituto Federal Electoral, hoy Instituto Nacional Electoral.
Todo esto lo hemos reflexionado con amigos cuando se hace cada vez más evidente que una parte de la población mexicana no está interesada en las elecciones y sus resultados, que tiene miedo y que —en particular, los individuos jubilados— tienen miedo de que les quiten sus apoyos financieros. Los miedos de la población son ahora mayores, porque los delincuentes participan cada vez más activamente con amenazas para controlar los resultados de las elecciones.
Si queremos que México siga adelante, que recupere su estatura de gran nación en la que se respetan los derechos de todos, tenemos que participar, olvidar nuestros miedos y dar un paso adelante, ya que el peligro de que seamos un Estado fallido está aquí.
Como he escrito aquí varias veces, no tiene sentido volver a enumerar los fracasos del gobierno en todos los órdenes, salud, economía, educación, investigación, medio ambiente, etcétera, y ahora agravado por el embrollo diplomático por las acciones de México en Ecuador protegiendo a un delincuente, lo que derivó de una agresión inadmisible a la Embajada; lo que necesitamos es proponer lo que queremos para el país en los próximos años.
Y por eso tenemos que conocer al equipo de Xóchitl Gálvez que encabeza un movimiento de oposición a las torvas iniciativas del gobierno. Ella no está sola y trabaja con un grupo de hombres y mujeres que tiene gran experiencia en el gobierno: Enrique de la Madrid, coordinador de proyectos; Maximiliano Cortázar Lara, coordinador de comunicación; Kenia López Rabadán, jefa de oficina; Margarita Zavala, comité de sociedad civil; Josefina Vázquez Mota, coordinadora de líderes en campaña; Rubén Moreira Valdez, coordinador territorial de campaña; Ildefonso Guajardo, relaciones exteriores; Carolina Viggiano Austria, coordinadora ejecutiva; Éctor Ramírez Barba, salud y Antonio Lazcano, educación y salud. Estos son algunos de los más conocidos, porque hay, además, cientos de mexicanos que también están trabajando en sus comunidades para lograr que la votación del 2 de junio sea la más copiosa.
Xóchitl ha señalado una y otra vez, alentada por la respuesta de millones de ciudadanos, muchos de los cuales trabajan activamente en todo el país, que lo que la alienta es “construir un país de clases medias, un país de oportunidades” y para eso necesita que quienes aún tienen miedo, o no se interesan por las elecciones, reflexionen sobre las consecuencias que tendría perder las elecciones para ellos, sus familias y sus hijos.
Los jóvenes, las amas de casa, los comerciantes, vendedores, etcétera, a su vez, tienen que pensar la importancia de vivir en paz y libertad, y pensando en lo que hicieron sus padres y los padres de sus padres, seguir adelante con el voto de la oposición.
Esta noche se va a realizar el primer debate presidencial, en el que veremos a los tres candidatos explicar qué son y qué quieren para el país. Estoy seguro que la claridad y precisión en las ideas y proyectos de Xóchitl brillarán de una manera especial, y dará un paso adelante en las preferencias de los mexicanos.
Todos debemos proteger y defender el México que queremos; ¡no más miedos!; alcemos la voz con fuerza y firmeza.
