¿Y los desaparecidos?

Por Arturo Ávila Anaya

Los medios han analizado el Informe de Gobierno; han discutido las cifras y los alcances de esta administración, y las diferencias con gobiernos anteriores, así como los compromisos que faltan por cumplir. Si bien es poco el tiempo de mandato para generar un cambio sustantivo, hay algo nuevo que sí ha hecho este gobierno y que representa un cambio significativo: el compromiso con la búsqueda de personas desaparecidas.

El pasado viernes, en el marco del Día Internacional contra la Desaparición de Personas, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, presentó el informe sobre desaparecidos en México, en el que se refrenda el compromiso del gobierno con la búsqueda de personas, siendo ésta una de las prioridades de la actual administración. Éste es un cambio significativo con lo que se venía haciendo, ya que el Estado no participaba en la búsqueda de las personas, sino que era llevada a cabo por las familias de los desaparecidos. Por primera vez, hay un reconocimiento del problema por parte del gobierno federal.

En los últimos 13 años se han encontrado casi cinco mil cuerpos en más de tres mil fosas clandestinas. Los estados con mayor número de fosas en este periodo son Tamaulipas, Chihuahua, Guerrero, Sinaloa, Zacatecas y Jalisco.  Desde el inicio de esta administración a la fecha, se han encontrado 522 fosas con 671 cuerpos. Anteriormente, nunca se le otorgó importancia suficiente, al contrario, parecía que se tenía la consigna de invisibilizar el problema antes que reconocerlo. Sin duda, éste es un cambio radical.

Para poder hacerle frente al reto de la identificación, se va a trabajar de la mano del Conacyt, con el objetivo de contar con científicos especialistas en la identificación forense y en geomática (expertos en recolección y procesamiento de datos geográficos para conocer los escenarios del crimen y otras investigaciones forenses). Aunque a este esfuerzo, también se deben incorporar las herramientas tecnológicas que permitan una investigación más rigurosa (basada en evidencia), con drones de alta tecnología y escáneres láser, que faciliten la reconstrucción de los
escenarios criminalísticos.

Adicionalmente, este mecanismo vendrá acompañado de la participación de organismos internacionales como Naciones Unidas, asimismo, se espera una visita del Comité contra las Desapariciones Forzadas el próximo año. Se buscará  la colaboración de los gobiernos estatales, debido a que durante años, les pareció más sencillo dejar la responsabilidad al gobierno federal, cuando gran parte del problema es explicado por las deficiencias en sus cuerpos de seguridad.

Ya se ha volteado a ver a los de abajo, porque son ellos los que han aportado la mayor cantidad de víctimas a un conflicto que comenzó con la aplicación de una estrategia fallida que incrementó el número de homicidios. Para que haya justicia, es necesario que las familias de los desaparecidos conozcan su paradero y la verdad sobre lo sucedido. Estamos hablando de personas, con una familia y una historia que es necesario contar; “no son alacranes”, como alguien comentó la semana pasada.