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Las mipymes son clave en la recuperación económica

Opinión del experto nacional

Opinión del experto nacional

Por Yair I. Piña L.

La crisis económica y de salud que ha ocasionado la pandemia mundial por covid-19 ha generado estragos sin precedentes en la sociedad y economía de nuestro país, los cuales no habían sido registrados desde 1932, cuando México declaró moratoria a su deuda externa, lo que impactó en el PIB, el cual presentó una caída del 14% en ese año.

Aunque esta situación no se había presentado en 88 años, en 2020, el PIB de México cerró con una pérdida del (-)8.5%, importante de mencionar que es la segunda perdida consecutiva, luego del (-)0.1% que reportó el Inegi en 2019.

A su vez, la inversión extranjera directa (IED) recibida en México durante 2020 fue de 29 mil 79 millones de dólares, esto representa una caída del (-)14.72% respecto a 2019, lo que implica un golpe directo en la recuperación económica, debido a que, en las economías emergentes, el comercio y la inversión, en conjunto, representan el 70% del PIB, como lo es el caso de México.

Pero al existir un precedente de baja inversión por la situación a nivel mundial que ha causado la covid-19, nos tenemos que enfocar en la demanda de consumo interno y externo (comercio), para lograr la recuperación que nos sitúe en, al menos, los niveles previos a la pandemia. En ese sentido, la calificadora Moody’s prevé una tasa de recuperación del 5.5% y, en el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI), vaticina una tasa de recuperación para nuestro país del 4.3 por ciento.

Aunque el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, considera que un crecimiento superior al 5% es razonable y que éste podría acelerarse si el proceso de vacunación en México y en el mundo pudiese ser más acelerado.

En el caso de Gita Gopinath, directora del departamento de Análisis del FMI, ha enunciado que México puede lograr la tasa del 4.3% sólo si el sector exportador y la manufactura se recuperan de la mano de Estados Unidos y, por el otro, que la demanda interna se mantenga al alza, aunque esto dependa de los estímulos económicos adicionales, lo que podría ser un riesgo. Sin embargo, es importante de mencionar que, de lograr esta tasa de recuperación, aún existiría un déficit de 822 mil millones respecto a 2019.

Esto nos lleva a la reflexión de que el gran motor de la recuperación económica serán las empresas, las cuales deben estar integradas en un tejido empresarial sólido, interconectado y capaz de reanudar la actividad económica. Donde el mayor porcentaje del tejido empresarial es compuesto por las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), al representar el 99.8%, que, además, son las causantes de generar el 45.3% del valor agregado bruto.

Por lo tanto, son clave en satisfacer la demanda del mercado interno y, a su vez, tienen la responsabilidad de generar confianza entre los consumidores, que resulta en una recuperación sólida y, sobre todo, en la preservación del 67.9% del total de los puestos de trabajo del país (aunque aún falta por recuperar 676,597 empleos formales).

Las mipymes deben ser parte de las sinergias de recuperación que se están formando en los rubros que lideran la recuperación económica, que son la manufactura, exportaciones y demanda del mercado interno. Ante estas consideraciones, deben valorar inversiones estratégicas para mantenerse competitivas y poder formar parte de las cadenas de valor, así como hacer uso de mecanismos de comercio exterior, como lo es el T-MEC.

Los últimos resultados de los indicadores publicados por el Inegi en materia de consumo de bienes (110.0 pts) y servicios (100.8 pts), así como la confianza del consumidor (38.4 pts), han mostrado un comportamiento al alza, sin embargo, aún se encuentran por debajo de los niveles registrados en enero de 2020. Pero en el caso de las exportaciones (113.6 pts), éstas se han mostrado al alza y, además, se encuentran en un nivel superior respecto a enero de 2020.

Esto significa que deben gestarse políticas claras y contundentes para que las mipymes puedan afrontar los retos que les impide integrarse en el cauce de la recuperación económica, como lo son: la inclusión financiera, generar nuevos canales de ventas, integración en cadenas de valor, una digitalización inclusiva y, sobre todo, un aumento de su productividad.

Las mipymes son un motor para las economías, tanto desarrolladas como emergentes, debido a que son un claro generador de empleo, así como un sustento para muchas familias en todos los países, por lo que no pueden dejarse atrás y se debe de hacer todo lo posible para que logren sobrevivir, porque sólo así lograríamos la recuperación anhelada.

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