La anhelada vacuna y cancillería mexicana

Todos los esfuerzos hechos hasta ahora se han enfocado a salvar vidas y evitar mayor propagación del virus en México, pero la única solución a largo plazo, es encontrar una vacuna efectiva y gratuita para la población. Y eso lo tienen muy claro el presidente López Obrador y la Secretaría de Relaciones Exteriores. Por ello, desde inicios de la pandemia México presentó una propuesta para promover el acceso igualitario a medicamentos, vacunas, entre otros equipamientos médicos ante la ONU, lo cual fue aprobado por unanimidad por todos los demás miembros.

También se han hecho convenios estratégicos con otros países en búsqueda de contar con suficientes y efectivas vacunas para prevenir el covid-19 lo más pronto posible. Con Argentina, se acordó que un laboratorio en cada país trabajará para producir y distribuir la vacuna en toda Latinoamérica. Con Estados Unidos, para tener la vacuna al mismo instante que ellos tengan una disponible y aprobada por la FDA, lo cual fue anunciado durante la visita del Presidente a Washington.

Con Rusia, sumándonos a las pruebas clínicas voluntarias de la vacuna Sputnik V, para, posteriormente estar entre los primeros países en poder usarla con un total de 32 millones de vacunas que mandarán según el acuerdo, siempre y cuando sean aprobadas por la Cofepris. Mismo caso con la vacuna GRAd-COV2, desarrollada en Italia, de la cual seremos voluntarios y después beneficiarios.

Todos estos acuerdos se han hecho poniendo a los mexicanos primero; las vacunas y los tratamientos médicos tienen que ser seguros y eficaces, y al mismo tiempo, gratuitos y de acceso universal para toda la población nacional, lo cual ha sido reiterado en varias ocasiones por el Presidente de la República.

Además, se impulsa en México el avance de la ciencia y de la medicina, contando con cuatro proyectos financiados por el Consorcio Mexicano de Vacunas y Tratamientos, los cuales son hechos cada uno en: el Instituto de Biotecnología de la UNAM, el Instituto Gould-Stephano/ITESM, en la Universidad Autónoma de Querétaro, y la última con colaboración del Instituto de Biotecnología de la UNAM, la UAQ, los laboratorios Avimex y el IMSS. Todo lo mencionado es, además del trabajo para conseguir pruebas de covid-19, mascarillas y ventiladores, los cuales también han sido conseguidos en gran parte por la SRE.

El esfuerzo de la cancillería, encabezada por Marcelo Ebrard, es notorio, México está trabajando fuerte, dentro y fuera de nuestras fronteras, para encontrar la mejor solución, lo más pronto posible. Son esfuerzos de cooperación internacional que no se deben tomar a la ligera: todo el mundo, literalmente, está buscando una vacuna, y México es de los pocos países que ha sabido usar la diplomacia y los acuerdos para estar cubierto por varias vías, todo con el mismo objetivo: salvar vidas de mexicanos teniendo la vacuna efectiva y gratuita en cuanto sea aprobada para su uso.

El canciller ha informado cada avance, cada acuerdo, cada paso que nos acerca más a ese día bendito cuando la pandemia por covid-19 quede en el pasado, y lo ha hecho en la Asamblea General de la ONU, en la cumbre del G20, así como en las conferencias matutinas del presidente López Obrador.

De la ciudadanía se requiere, además de usar cubrebocas y practicar la higiene frecuente de manos, de paciencia, confianza y unidad. La pandemia no ha terminado, y no lo hará mientras no tengamos una vacuna. Es necesario cuidarnos todos los días, por nosotros y por nuestros seres queridos.

Hay sustento en los hechos para confiar en el trabajo del canciller Ebrard y en todo el equipo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. El destacado trabajo de cooperación y diplomacia internacional nos tiene en una posición de vanguardia en cuanto a la disponibilidad de la vacuna. En otras palabras, seremos uno de los primeros países del mundo en contar con la vacuna y por ende de salir por completo de esta terrible pandemia.

¿Cuándo estará lista? El canciller Ebrard mencionó que para noviembre anunciarán los tiempos, ya que eso es cuestión de investigadores y médicos, en los que también debemos depositar nuestra confianza y desde luego, gratitud. Pero lo que sí sé es que ese día está cada vez más cercano, y que México unido saldrá adelante.