El litio: preponderante para la economía mexicana

Alejandro Armenta*

La enorme riqueza natural de este país es un hecho que no está a discusión. Nuestro país posee varios yacimientos de metales y minerales debido, principalmente, a su ubicación geográfica. Sin embargo, un fenómeno que se ha visto polarizado, especialmente en los últimos años, es aquel en el que encontramos disparidad entre la riqueza natural de la tierra que abarca un país y el poco desarrollo y recursos con los que su población cuenta. Esto especialmente potencializado a través de los modelos neoliberales, que buscan la excesiva privatización tanto de servicios públicos como de la explotación de los recursos naturales; viéndose dichos países en desarrollo con la necesidad de recurrir a la inversión privada e internacional para poder hacer uso y acceder a dichos recursos. La enorme riqueza de este país debería ser para beneficio de todos los mexicanos.

El artículo 27 constitucional nos habla acerca de los recursos que se consideran inalienables e imprescriptibles y, por tanto, propiedad de la nación. Nuestra propuesta es que, dentro de este listado, así como hoy en día podemos encontrar el petróleo y los hidrocarburos en todos sus estados; se encuentre el litio en una categoría aparte, con el fin de que sea considerado primordial ponderar su explotación, para regular todo lo concerniente a las concesiones dadas para su explotación; y lograr que los beneficios realmente recaigan en el pueblo de México.

Vale la pena preguntarse: ¿por qué el litio? Tercer elemento de la tabla periódica, metal alcalino que incluso ha sido denominado “el oro blanco”, no sólo por su color, sino por la relevancia que ha tomado en los últimos años, debido a su uso para la fabricación de baterías de todo tipo; indispensable para el desarrollo de nuevas tecnologías, de funcionamiento eléctrico, principalmente, y que forman parte del nuevo orden de tecnologías para el desarrollo. Todos estos elementos hacen que el litio pase a formar parte de la agenda de acción de todos los países en los que, se sabe, existen yacimientos importantes, ya que su demanda en los próximos años solamente irá al alza.

El gobierno mexicano explora desde 2015 yacimientos de litio en Sonora, Jalisco y Puebla a través del Servicio Geológico Mexicano (SGM). Pero también empresas de Canadá, Reino Unido, España y Australia exploran por su cuenta litio-potasio y carbonato de litio en Sonora, San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila y Baja California, reporta la Dirección General de Desarrollo Minero de la Subsecretaría de Minería.

En la actualidad, la participación de las firmas extranjeras en la exploración minera en México es superior a dos terceras partes del total. El gobierno federal otorgó 17 mil 785 títulos de concesión minera entre diciembre de 2000 y junio de 2015. Existen múltiples vacíos legales que, de no regularse, nos dejarían una industria mal organizada.

Incluir el litio en la agenda nacional no busca dejar de lado a los particulares, sino todo lo contrario, trabajar en equipo para que las reglas de operación sean más justas. Es por ello que se propone un esquema de trabajo integral, en el que, a la par de la regulación de las concesiones para su explotación, los científicos mexicanos se vean interesados en participar en nuevos métodos para el descubrimiento de yacimientos y su propia explotación, con tecnologías que sean menos agresivas para el medio ambiente. Para ello, de forma conjunta a esta reforma, es trascendental el desarrollo de un instituto de litio, que sirva como punta de lanza a nivel internacional para desarrollar los mejores mecanismos de trabajo para su uso en la industria.

Bacadéhuachi tiene todo el potencial para volverse uno de los principales yacimientos en el mundo; con un potencial de reservas de 243.8 millones de toneladas, de acuerdo con Mining Technology. Es ahí donde México puede jugar un papel importante. La del litio es aún una inexplorada industria en nuestro país, por lo que nos encontramos en el momento exacto para regular su explotación.

*Senador de la República