“Viene cañón”

La máxima jurídica dice que “a confesión de parte, relevo de pruebas" y parece aplicarse al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ante el manejo del desastre causado por el huracán Otis, en Acapulco.

En su mañanera, el Presidente reconoció que sí fue informado con anticipación de que Otis se intensificaría de una tormenta tropical a un huracán de gran magnitud, como lo señalé en este espacio.

Admitió que al enviar su primer mensaje en la red X, “pensé en decirlo más fuerte, o sea: viene cañón, pero dije: ‘No, con esto basta’”. Antes de un segundo mensaje, Otis se había intensificado a categoría 5.

El manejo de la situación ha generado fuertes críticas hacia su gobierno, sobre todo, porque, a diferencia de sus predecesores, los funcionarios en los que recae la responsabilidad (Gobernación y Protección Civil) no lograron coordinar los esfuerzos de prevención con los gobiernos estatales y municipales; tampoco desplegaron un operativo de alerta ni hubo un mensaje urgente en la televisión abierta.

Además, no se implementó una estrategia de búsqueda y rescate, y se dieron instrucciones tardías al Ejército y a la Marina para aplicar los planes de auxilio DN-III-E y Marina.

No obstante, él también es responsable en cierta medida, por el nombramiento de la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, cuya experiencia en el cargo es nula. Velázquez es licenciada en Historia del Arte por el Instituto Cultural Helénico y ha ocupado cargos como jefa delegacional de Azcapotzalco y directora de la Casa de la Cultura de la misma demarcación; su nombramiento parece ser más un pago de favores por su apoyo a López Obrador, pero su incapacidad debe ser considerada una forma de corrupción.

Velázquez mostró su desconocimiento a la Ley General de Protección Civil. Si hubiera comprendido lo que se establece en ella, habría coordinado los distintos niveles de gobierno y dado prioridad a la población civil para proteger su vida, salud e integridad física. La excusa no cabe. Cuando fui director de Protección Civil, quedaron debidamente establecidos los protocolos a seguir en caso de emergencia.

La ley que comento exige inmediatez, profesionalismo, eficacia y eficiencia en el auxilio a la población, así como la entrega de recursos y, sobre todo, la prevención oportuna. En todos estos aspectos, Velázquez falló.

La Secretaría de la Función Pública tiene la obligación de iniciar una investigación y la facultad de imponer sanciones ejemplares por el incumplimiento de la ley. Laura Velázquez Alzúa debe renunciar a su cargo para ser investigada. Su cuestionado desempeño y nula capacidad han dado como resultado la muerte de 48 personas y 31 desaparecidos, una situación que pudo haberse evitado.

Para colmo y aún en medio del desastre, ha declarado el fin de la emergencia, señalando incluso, en el decreto publicado en el DOF, que sólo se trató de lluvias severas y vientos fuertes.

A todo esto, se suma la incapacidad de la gobernadora, Evelyn Salgado, quien por su apatía y negligencia permitió la rapiña y quiebra de cientos de negocios y el saqueo de casas habitación; a ello hay que agregar el actuar de la fiscal Sandra Luz Valdovinos. En un absurdo, declaró que si no llegaban las compañías de seguros no se podían mover los barcos hundidos para buscar a los marinos desaparecidos. 

* Renunció el ministro, Arturo Zaldívar, quien mostró la camiseta guinda en su pecho. Se dice que irá a la campaña de Sheinbaum, también, que será artífice de la reforma al Poder Judicial, incluso, que sustituirá al fiscal general de la República, pero mientras el Senado no autorice su renuncia, estaría violando la Constitución, es algo que le recordó la ministra Norma Piña.

DE IMAGINARIA

Enorme apoyo humanitario del Ejército mexicano y la Marina al pueblo de Acapulco tras el paso de Otis. Las órdenes del secretario de la Defensa, Gral. Luis Cresencio Sandoval, y del de Marina, almirante Rafael Ojeda, es lograr el pronto restablecimiento de la normalidad, sin escatimar esfuerzos.