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No se debe abusar de las Fuerzas Armadas

Miguel Ángel Godínez García

Miguel Ángel Godínez García

Alto mando

 

El desasosiego y malestar que provocó al Ejército mexicano el último informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa, en el que se acusó de la participación directa de mandos y elementos de los batallones 27 y 41 de infantería, en la detención y desaparición de los 43 normalistas en septiembre de 2014, intentó ser diluido con el discurso pronunciado por el Presidente de la República, durante la ceremonia del 112 aniversario de la Revolución Mexicana.

Dicho mensaje trató de ser conciliador, al reconocer la lealtad de las Fuerzas Armadas, a las que el mandatario calificó de excepcionales a lo largo de su historia, además de que aceptó que los errores o manchas de los institutos armados se atribuían, en muchos de los casos, a los gobiernos civiles y no a los mandos militares.

Y en efecto, nuestras Fuerzas Armadas son instituciones que están bajo el mando de un comandante supremo civil, porque así lo establece la Constitución y, por tanto, sus acciones y operaciones dependen precisamente de lo que éste determine, de ahí que los errores y manchas son de completa responsabilidad del mando civil.

Tanto el Ejército como la Marina han sido utilizadas en tareas que nada tienen que ver con lo que mandata la Constitución. Hemos visto cómo, con una simple enmienda a la ley, se les canaliza a labores de seguridad pública para cubrir la incapacidad u omisión de las policías estatales y municipales y con ello desembarazarse de una responsabilidad que les es propia y sobre todo, de las posibles consecuencias por su falta de adiestramiento.

En los últimos años, ningún gobierno ha estado exento del abuso a las Fuerzas Armadas. Como lo menciono, lo mismo les han asignado tareas de seguridad pública amén de utilizarlas en la construcción de aeropuertos, refinerías o para tender vías de tren, hacerse cargo de las aduanas o administrar aerolíneas, con el consabido resultado de que, si algo no sale bien, la culpa será de los propios militares.

El respaldo y reconocimiento popular hacia las Fuerzas Armadas nunca ha estado en duda y quedó de manifiesto en el desfile cívico-militar del 20 de noviembre, en donde la gente se volcó en reconocimientos a soldados y marinos.

Y es que la ciudadanía reconoce la labor social que realizan nuestras Fuerzas Armadas en tareas de auxilio a la población cuando ocurre un desastre natural, también por su lucha frontal y sin descanso contra el narcotráfico y el crimen organizado, la ciudadanía no reprocha, no le echa en cara esos “errores o manchas” de las que se habla, porque ya no son las mismas Fuerzas Armadas de hace años, hoy su rostro es distinto, están a favor del pueblo y eso es algo que debieran entender los políticos para no abusar de ellas.

* Termina una semana de terror para policías. En Guanajuato, el padre, hermano, cuñada y sobrina de una comandante de la policía municipal de Tarimoro fueron asesinados en su domicilio. En Zacatecas, otro elemento de la policía ministerial fue asesinado, con lo que suman ya 50 elementos en 2022.

* Datos de la SSPC señalan que octubre fue el segundo peor mes del año en materia de violencia, al registrarse 2 mil 766 asesinatos dolosos y en lo que va de noviembre, 2 mil 395; sin embargo, el subsecretario Ricardo Mejía Berdeja dedica días enteros a hacer videos de TikTok, en su afán de querer ser gobernador de Coahuila. 

* La eficacia de Inteligencia de las Fuerzas Armadas se puso de manifiesto. En un operativo, sin violencia, tanto el Ejército como la GN en coordinación con la SSPC, capturaron a Silvano “N”, presunto jefe regional de un grupo delictivo en Jalisco y Zacatecas.

DE IMAGINARIA

Mi más sentido pésame a los familiares y amigos del general del Ejército mexicano José Silvestre Urzúa, coordinador de la Guardia Nacional en Zacatecas, quien falleció en un enfrentamiento con un grupo armado en Pinos, Zacatecas, y donde otros cinco elementos de la corporación resultaron heridos. Pese a ser informado con oportunidad, el comandante supremo de las FA no había emitido ningún pronunciamiento ni enviado condolencias.

 

 

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