Por primera vez en la historia de México, las Fuerzas Armadas –Secretaría de la Defensa Nacional y Secretaría de Marina Armada de México– tendrán una generala de cinco estrellas y, por ende, comandante suprema. Esta generala será la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, a partir del primero de octubre de este año, una vez que rinda protesta frente al Congreso de la Unión y se comprometa a guardar y hacer cumplir la Constitución y reciba la banda presidencial de manos del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador.
Desde ese primer minuto, Sheinbaum comandará las Fuerzas Armadas. Aquí radica la importancia del nombramiento de los nuevos secretarios de la Defensa y Marina, quienes, por tradición, deben tomar posesión de su cargo un día antes. Sin embargo, esto no es determinante, ya que no existe ningún impedimento legal para que tanto el general Luis Cresencio como el almirante Rafael Ojeda continúen en sus cargos al iniciar o incluso hasta concluir el gobierno de la Presidenta electa, tal como sucede con varios miembros del gabinete que repiten en sus puestos.
Como lo comenté aquí, Sheinbaum ha decidido guardar los nombres de ambos secretarios, al menos hasta finales de septiembre, para evitar cualquier riesgo o inestabilidad al interior de los institutos armados.
En el caso de la Sedena, el equipo del general Luis Cresencio tiene prácticamente lista la documentación de entrega-recepción para el momento en que le sea solicitada.
A pesar de que aún se desconoce el nombre del general de división que podría suplir al actual secretario, causó mucho revuelo el hecho de que, en la mañanera del pasado martes, el presidente López Obrador diera la palabra al general Ricardo Trevilla para hablar del tema de la inseguridad en Guerrero, en lugar del titular de la Sedena, Luis Cresencio y en un tema que tampoco le competía plenamente al Ejército, sino a la GN, ya que en los últimos días ha sido blanco de críticas, al solapar la impunidad con la que actúan los cárteles en ese estado.
La participación del general Trevilla, que por cierto lo hizo muy bien, generó especulaciones en dos sentidos: uno, que era el favorito para ocupar el cargo de secretario de la Defensa, y dos, que se trataba más bien de su eliminación como aspirante al cargo. Sin embargo, no es ni lo uno ni lo otro. La presencia del general Trevilla se debió a que el secretario Luis Cresencio enfermó de covid en días previos y, de acuerdo con el reglamento militar, corresponde al general Trevilla, en su calidad de jefe del Estado Mayor de la Sedena, suplirlo en caso de necesidad.
No obstante, esa decisión de López Obrador también denota otra lectura: para los que conocemos al Presidente sabemos que nada es casual. Por lo pronto, y como lo he venido diciendo en este espacio, la lista de aspirantes se mantiene con los nombres de los generales Ricardo Trevilla, Gabriel García, Celestino Ávila y Fernando Aguirre O. Sunza a la cabeza, sin nada para nadie y será Claudia Sheinbaum, a finales de septiembre, quien ponga punto final a este debate.
Lo que sí es un hecho, es que el futuro secretario de SPC, Omar García Harfuch, deberá coordinarse con quien sea elegido secretario de la Defensa para comenzar a desarrollar una nueva estrategia de seguridad, de la cual dio a conocer algunos avances Claudia Sheinbaum durante su campaña, misma que se enfoca principalmente en el fortalecimiento de la investigación y la coordinación de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional con las policías y fiscalías estatales.
DE IMAGINARIA
Inimaginables las sensaciones que le causan las declaraciones de Héctor Martínez, El Bart, a Ciro Gómez Leyva, cuando en una entrevista revela a Saskia Niño de Rivera: “Mi idea era: lo mato, me voy a donde me tenga que ir, me escondo un rato, se enfrían las cosas y ya, tengo dinero, tan, tan, lo que siga. Yo me lo imaginaba en su camioneta, con una sábana blanca”.
Por cierto, fue vinculado a proceso El Patrón, presunto autor intelectual del atentado contra el periodista, pero hasta ahora no se sabe, y tal vez nunca se sabrá, incluido Ciro, quién lo mandó matar y por qué motivo.
