El general Godínez y Ebrard

Se creó una cercanía y larga amistad entre ambos.

Hace unos días, el canciller Marcelo Ebrard presentó su libro El Camino de México, una obra en la que narra sus vivencias personales, afecciones familiares, trayectoria política y cómo visualiza los retos y oportunidades para transformar a México y hacerlo un país más próspero y equitativo. Sin embargo, no me voy a detener a describir cada uno de los capítulos del libro, pero sí uno en particular, el cual tiene un gran significado para mí, pues narra cómo conoció a mi padre, el Gral. Miguel Ángel Godínez Bravo, su cercanía con éste y cómo se fincó una larga amistad.

El hoy canciller y serio aspirante a la Presidencia en 2024, relata sus experiencias en el proceso de paz en Chiapas, en 1994, cuando era parte del equipo de Manuel Camacho, nombrado por el presidente Carlos Salinas, como coordinador para el Diálogo y la Reconciliación.

Ebrard, en ese entonces secretario general de Gobierno del DF, diseñó la estrategia de negociación y la aplicación de las mesas de diálogo entre el gobierno federal y el EZLN. Era el enlace del equipo negociador con Presidencia de la República, la Secretaría de Gobernación y la Sedena. En su libro, alude las eternas charlas y debates con el comandante de la VII R.M. Miguel Godínez Bravo, sus acercamientos con el líder guerrillero Marcos y con el obispo Samuel Ruiz, para alcanzar la pacificación en Chiapas.

En esos días, narra Ebrard,“se avanzó muchísimo y pasamos del abismo a la esperanza en dos meses inolvidables para quienes lo vivimos en carne propia”. “Mi mayor responsabilidad era el trato uno a uno con el Gral. Godínez Bravo, y de las operaciones con el EZLN. Poco a poco gané la confianza y luego la amistad de Godínez”.

Añade que, tras muchas horas de plática, llegó a convencerlo de la lógica del cese de hostilidades, y por qué era tan importante dejar pasar a los zapatistas por la ciudad, “para lograr los acuerdos de paz”.

En este capítulo se ratifica la mentira de Carlos Salinas, quien siempre se cubrió diciendo que el Gral. Godínez nunca informó de lo que ocurría en Chiapas. El Gral. siempre envió correspondencias, tanto al secretario de la Defensa, Gral. Antonio Riviello, como al propio Presidente, lo cual subraya en una entrevista con Julio Scherer para la revista Proceso.

Godínez Bravo aseguró que el Presidente siempre estuvo informado de todo lo que ocurría en Chiapas, antes, durante y después del levantamiento armado. En esa entrevista narró que, en la víspera del levantamiento zapatista, dio parte a sus superiores del asesinato cruel y despiadado de dos oficiales del Ejército a manos de un grupo de transgresores de la ley, encabezados por Sebastián Guillén, autollamado subcomandante Marcos

Dijo también que, tras el asesinato de los oficiales, ordenó una intensa búsqueda del grupo subversivo, encontrándose varios campamentos guerrilleros. Cuando la zona fue rodeada por el Ejército, Godínez pidió autorización para destruirlos y detener a los transgresores que se encontraban ahí, entre ellos, Guillén. Pero llegó una orden sorprendente de Riviello Bazán: “Retirarse y no emprenda ninguna acción militar”. “Déjalos ir”, fue tajante. Godínez preguntó “¿Quién lo ordenó?”, la respuesta fue:“¡Qué quieres, lo ordenó el Presidente!”. Con esto se confirmaba que el levantamiento del EZLN había sido un montaje de Salinas.

*Lamentable la tragedia migrante en Ciudad Juárez. Más lamentable que el secretario de Gobernación reparta culpas a Ebrard y a Rosa Icela Rodríguez, quien por cierto, fincará responsabilidad penal en contra del titular de Migración. Adán Augusto quiere eludir que los albergues y el INM están bajo su cargo. La mayoría de esos lugares son un ataúd. No tienen agua ni extintores. Se investigará también a la empresa Seicsa.

DE IMAGINARIA

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