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Limpia al sector salud

Martín Espinosa

Martín Espinosa

 

La salida de siete funcionarios del Consejo de Salubridad General, incluido su titular, José Ignacio Santos Preciado, se suma a la salida de Onofre Muñoz Hernández de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), el 16 de junio pasado. Estos funcionarios tienen algo en común: son los líderes del Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (Conacem), una asociación civil que se encarga de la certificación de especialidades médicas en nuestro país, responsable de la falta de médicos especialistas en las últimas dos décadas. La Conacem tiene la naturaleza de organismo auxiliar de la Administración Pública Federal, a efecto de supervisar los conocimientos, habilidades, destrezas, aptitudes y calificación de la pericia que se requiere para la certificación y renovación de la vigencia de la Certificación Médica o recertificación. Sin embargo, es considerado un Cártel de la Salud, mismo que ha interpuesto los intereses comerciales a los de la salud.

Hace algunos meses, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, dio a conocer que la Conacem había cometido una serie de abusos, por lo que se destituyó a su presidente, doctor Muñoz Hernández. Asimismo, prometió que se realizarían acciones para enmendar los daños causados, así como analizar la reforma al artículo 81 de la Ley General de Salud, que regresaría la Certificación Médica a la SEP.

Hoy, organizaciones de médicos a nivel nacional ven con beneplácito la salida de los líderes de la Conacem, así como el inicio del desmantelamiento de las estructuras neoliberales en el sistema de salud. Una de ellas, los Médicos de la Esperanza, señalan que el presidente López Obrador cumplió con su palabra; ahora será necesario reformar el artículo 81 de la Ley General de Salud y devolverle la certificación médica a la Secretaría de Educación Pública.

Para Israel Morales, la salida, tanto de Onofre Muñoz como de Santos Preciado de las instituciones del Estado, está relacionada con la corrupción. El mejor ejemplo de corrupción es que dentro de la Conacem se encuentra el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (CMCPER), una asociación civil que quiere generar un monopolio de la cirugía estética sin que en la actualidad exista la especialidad en dicha disciplina. Es un negocio de 12 mil millones de dólares al año, en el que 90% de los pagos se realiza en efectivo, ya que los seguros de gastos médicos no cubren los gastos de cirugías estéticas. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la República (FGR) deben revisar el presunto lavado de dinero que mantiene esta asociación civil, que es uno de los principales brazos de la Conacem.

Es momento de hacer una profunda revisión al Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas y que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador vigile las acciones de dicho comité.

 

CHICANADA ELECTORAL

La detención del peligroso Octavio Leal Moncada, El Tarzán, líder del grupo paramilitar tamaulipeco Columna Armada, ha sido considerada como un intento desesperado del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca para intentar anular las elecciones que recién perdió ante Morena y “ganar tiempo” ante un futuro que le es adverso, tanto en lo político como en lo judicial. Sólo que sus “argumentos” en esta ocasión no prosperarán: eso de que “altos” funcionarios del gobierno federal, como el entonces subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, y líderes de Morena tienen supuestos nexos con bandas delictivas, con base en reuniones públicas que en su momento fueron difundidas por medios de comunicación y el propio gobierno, únicamente demuestra su falta de pruebas. Por ello, es importante recordar que este grupo criminal que ahora persigue, le brindó abiertamente su apoyo en 2016, cuando García Cabeza de Vaca fue candidato a gobernador. La venganza es mala consejera y, al final, llega el karma.

 

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