María Magdalena
Probablemente, el personaje más polémico de los que convivieron de manera cercana con Jesús sea María Magdalena. Obviamente, la razón principal es que era mujer, y la represiva tradición judeocristiana se ha escandalizado durante dos mil años de que una mujer tuviera ...
Probablemente, el personaje más polémico de los que convivieron de manera cercana con Jesús sea María Magdalena. Obviamente, la razón principal es que era mujer, y la represiva tradición judeocristiana se ha escandalizado durante dos mil años de que una mujer tuviera familiaridad, y que quede claro que no hablo de intimidad, con el Mesías. Además, pocos siglos después, le colgaron la etiqueta de prostituta para justificar su cercanía con Jesús, quien le “expulsó siete demonios”. Hay pocas evidencias históricas de los orígenes de María de Magdala, donde, por cierto, los Legionarios de Cristo (mexicanos, claro) están construyendo un centro de peregrinación de lujo. Se ha dicho todo sobre esta mujer y se ha inventado más aún.
Está en las carteleras María Magdalena (Mary Magdalene, Reino Unido-Estados Unidos-Australia, 2018), una película que se ciñe a la tradición, aunque se anuncia como si no lo hiciera. Lo que sí podría ser novedoso es la recreación de los personajes principales: Jesús, María Magdalena y Judas Iscariote, haciendo una recreación alternativa de los tres. Es una película que puede gustar mucho a un público religioso, aun con la franca insinuación de la cercanía afectiva —que no sexual— entre Jesús y María Magdalena, tema que siempre hiere algunas susceptibilidades.
Está dirigida por Garth Davis que saltó a la fama en 2016 con Lion-Un camino a casa, que recibió seis nominaciones al Oscar. En esa ocasión dirigió a Dev Patel con Nicole Kidman y Rooney Mara, quien vuelve ahora interpretando a María Magdalena.
Con una adaptación libre de Helen Edmundson y Philippa Goslett, quienes se tomaron varias licencias, la película de Davis pretende dar una visión más feminista y respetuosa de lo que se ha querido hacer creer a lo largo de la historia —escrita por hombres—, presentando a una María Magdalena que desde su juventud siente el llamado de un “curandero” conocido como Jesús. Desafiando la autoridad de los hombres de la familia, es la única mujer que se incorpora al resto de sus apóstoles, consciente del sufrimiento que la espera y con cierto rechazo de ellos al principio. Sólo Pedro (Chiwetel Ejiofor) y Judas Iscariote (Tahar Rahim) la reciben bien, y este último es amable, optimista, lejos de parecer un traidor en un principio, está a la espera de que Jesús instale el Reino de los Cielos en la Tierra con un trono y la corte celestial.
Rooney Mara convence interpretando a una mujer de carácter, muy espiritual, casi etérea, una “apóstol” más que debe haber sido una importante colaboradora de Jesús, el cual está muy bien interpretado por Joaquin Phoenix, alejado del cliché del rubio, blanco y de ojos azules. Es un hombre del desierto, bronceado por el sol, desaliñado, pacífico, carismático, pero a la vez con una poderosa personalidad y aguerrido si es necesario.
Buena fotografía, bellos paisajes y colores casi pastel, muy tenues.
Con sus reservas, es la película bíblica de la temporada. Buena, muy a secas.
