Tangerine: Chicas fabulosas

El quinto largometraje del realizador Sean Baker, se estrena hoy en algunas salas. Digna representante del cine independiente estadunidense, Tangerine: Chicas fabulosas Tangerine, Estados Unidos, 2015 ha recibido varios reconocimientos y nominaciones, tanto para el ...

El quinto largometraje del realizador Sean Baker, se estrena hoy en algunas salas. Digna representante del cine independiente estadunidense, Tangerine: Chicas fabulosas (Tangerine, Estados Unidos, 2015) ha recibido varios reconocimientos y nominaciones, tanto para el realizador como para sus intérpretes, sobre todo en el circuito de festivales y eventos indie y gay-lesbian.

Antes de continuar no puedo evitar comentar que el horroroso añadido de Chicas fabulosas es por cortesía de la distribuidora, no se deje engañar. El título tiene su razón de ser, ya la descubrirá usted en la película.

Se trata de una historia escrita por el propio Baker y su colaborador de otros trabajos para cine y televisión Chris Bergoch. La acción transcurre en el curso de un día y una noche de Navidad en un suburbio de Los Ángeles, en un área suburbana, en las goteras donde la supervivencia está dictada por la violencia y el abuso.

Se inicia cuando Sin-Dee Rella (juego de palabras que alude a Cinderella-Cenicienta), una prostituta negra transgénero que acaba de salir de la cárcel,  se encuentra con su amiga Alexandra, también transgénero, quien le cuenta que su amante y proxeneta le fue infiel con otra prostituta de su grupo, para mayor indignación una mujer blanca. Kitana Kiki Rodriguez es Sin-Dee y Mya Taylor es Alexandra, ambas son actrices trans.

La película tiene peculiaridades que la hacen original y atractiva para verse. Sin duda es una película fuerte, directa, gráfica, como lo es el submundo de los bajos fondos en que la trama se desarrolla. Baker sigue básicamente tres historias: la de la gran amistad de Sin-Dee y Alexandra que por unas horas separan sus caminos cuando la primera emprende una furiosa búsqueda de la mujer que le robó a su amante durante la Nochebuena angelina; mientras Alexandra, que aspira a convertirse en cantante, reparte propaganda de su presentación de esa  noche en un antro local. Razmik (Karren Karagulian) es un taxista de origen armenio que tiene una sorpresiva doble vida.

La película está filmada con tres teléfonos inteligentes iPhone 5S. Sí, leyó usted bien. El trabajo de posproducción para mezclas y balance de luz y color se realizó en laboratorios, pero todas las imágenes fueron capturadas con las cámaras de teléfonos celulares.

La decisión de Baker de ubicar la acción en un suburbio que es casi zona roja en Los Ángeles, le da un estado de ánimo especial a la película y se convierte en otro personaje. El que sea Navidad resulta paradójico, pues a excepción de algunos destartalados focos de colores, y árboles navideños de plástico y alambre, podría ser cualquier época del año enmarcada en un atardecer con cálidos tonos mandarina.

Sean Baker hace un descarnado retrato de personajes en el límite, que se aman, se traicionan, se usan, se niegan. Nos hace testigos de un solo día, que puede ser la muestra de los otros 364 del año y del resto de sus vidas. Priva una cierta sensación de desesperanza, de soledad y tristeza.

Tangerine es muy recomendable, pero no es una película fácil. Espero que después de esta lectura pueda usted disfrutarla.

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