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El tema de la responsabilidad social

Julio Faesler

Julio Faesler

El VII Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables reunió hace unos días a centenares de hombres de negocios del más alto nivel de toda la República. Durante las participaciones hubo ocasión de escuchar numerosos casos de la contribución trascendental que, día a día, muchas empresas mexicanas realizan desarrollando y dignificando sus entornos físicos, humanos, actuales y futuros. Esta patriótica y previsora acción la hacen sin, desde luego, perder de vista su primera tarea de cubrir salarios, pagar los insumos que se incorporan a la producción para ofrecer al mercado artículos y servicios de calidad y por ello obtener utilidades.

La moderna responsabilidad empresarial va más allá de la organización de unidades económicas. Ella pide, en primer lugar, que la empresa vele por mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores que hacen posible sus éxitos. Se seguirá adelante capacitándolos para que con mayores conocimientos mejoren sus niveles económicos, culturales y familiares. Al hacerlo se aprovecharán talentos y creatividades que son la base indispensable para que toda la operación crezca.

Se trata de proyectar al negocio por encima de lo meramente comercial. Todo empresario debe estar convencido de que es un insustituible motor del desarrollo económico y social de su sociedad.

Una de las enseñanzas que la mencionada reunión enfatizó fue desmentir que los grandes intereses de la comunidad son el ámbito exclusivo del gobierno y que al empresario sólo le compete atender la estricta área de sus negocios. En realidad ni uno ni otro es el responsable de lo que sucede en el país. Las condiciones que prevalecen en la comunidad son fruto de muchos factores no sólo los oficiales.

Al gobierno, desde luego, compete señalar los rumbos generales que encaucen los esfuerzos del país hacia el bienestar con seguridad. Para ello fijará las normas y parámetros necesarios. Esta compleja responsabilidad no la puede realizar ningún gobierno, de ningún país, por sí sólo.

Al lado del gobierno, el conjunto de empresas, sean las organizadas como sociedades anónimas o las cooperativas, trabaja dentro de los marcos institucionales debidamente aprobados, para desarrollar los recursos de la sociedad. Al hacerlo resuelven la multitud de situaciones y problemas que presenta la vida socioeconómica de un dinámico país como el nuestro procurando deparar una vida digna para toda la ciudadanía.

La marcha del país tiene que ser un acto de decisiones mancomunadas. La tarea indeclinable de los empresarios es contribuir con propuestas, proyectos y planteamientos de soluciones a los tres niveles de gobierno del país. Esta función es indispensable para alcanzar y articular una democracia moderna y participativa. No se cumplirá reduciendo la comunicación entre los sectores público y privado a una que sea sólo reactiva a las decisiones de las autoridades. No sirven las declaraciones de simple crítica o rechazo.

Aun cuando ya se hubiesen expuesto razones, y la autoridad las hubiera desestimado, se debe persistir en hacer valer las que en buena fe, esgrimen con valentía. En el terreno de los hechos, son los hombres de negocios en la industria y el campo los que hacen que el país produzca, los que emplean a la mano de obra disponible y dan musculatura económica a la nación.

En los representantes del empresariado mexicano se resume un poder persuasivo, fundado en realidades tan válidas como las que puedan argumentar las autoridades. De ese grupo, debe esperarse que insistan en acuerdos con el gobierno, de largo alcance, estrategias consensuadas, que den a México el rumbo que se necesita hacia el desarrollo equitativo y compartido.

No hay que dudar de este poder empresarial especialmente en estos momentos de coyuntura. La influencia que el sector privado puede ejercer en la recta conducción de los asuntos del Estado es indudable y hay que ejercerla siempre y cuando esté siempre motivada en una genuina responsabilidad social. Misma que hay que encontrar en las autoridades.

                *Consultor

                juliofelipefaesler@yahoo.com

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