Premura en el aire

A 15 meses de que las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunciaran el proyecto ganador para conservar la Pirámide de la Serpiente Emplumada, en Teotihuacan (elaborado por el estudio Dos Puntos Arquitectura, que encabezan Francisco Javier Moctezuma y Gonzalo Álvarez Tostado), Diego Prieto, su titular, reveló que será en enero próximo cuando inicien los trabajos.

La obra considerará algunas modificaciones, planteadas por el comité técnico del INAH a partir de las propuestas de Ignitia Desarrollos, de Luis Manuel O. López, y del estudio Taro Zorrilla y José Enrique Lastra. Sin embargo, dichas labores —que intentarán detener los daños por humedad, viento, oscilaciones térmicas e intervenciones fallidas a la estructura— tendrán que realizarse a contrarreloj, pues deberán ser entregadas antes de que finalice el sexenio. “Tenemos que terminar a mediados de año, en junio o julio (de 2024). No tenemos más margen, tiene que ser rápido”, me explicó el funcionario.

En este tema, cualquier ciudadano con un poco de perspicacia esperaría que el INAH aprovechara esta coyuntura para mejorar la imagen de la zona arqueológica, la cual, desde hace varios años, carece de cédulas y de una señalética actualizada.

BASAMENTO DETERIORADO

Diego Prieto también confirmó que ya tiene en mente el lugar que ocupará el conjunto escultórico de Cristóbal Colón, aunque hasta el momento desconoce si el asunto se resolverá en los siguientes meses. La insistencia se debe al creciente deterioro del basamento, que se mantiene en su lugar original, sosteniendo la antimonumenta Justicia.

A inicios de este año, la Comaep planteó que se debería buscar la armonía entre las esculturas de La Joven de Amajac y la antimonumenta, pero la idea quedó flotando el aire. Pese a todo, Prieto indica que, en cuanto las autoridades de la CDMX resuelvan el entuerto político y social que bordea este tema, el conjunto sería ubicado en la Plaza de la Cruz, frente al Museo Nacional del Virreinato.

El propio Prieto lo justifica así: “Ahí sería un destino muy hermoso y adecuado para que, además, se pueda comprender el proceso que da lugar a la constitución de México como un virreinato subordinado a la corona de España. Obviamente, la misma monarquía emergente, que es la que se hace cargo de las expediciones de don Cristóbal Colón. Entonces, la temática es muy adecuada”.

¡CHAC MOOL!

—¿Viste la reacción del chac mool con la expo de Sebastian?, dijo en voz baja uno de los asistentes al Museo Nacional de Antropología (MNA), luego del sismo de 5.7 del pasado jueves.

—Ah, sííí. El chac vio las moles y dijo ‘¿Quééé es eso?, y se encabronó. Teniendo (el INAH) tantas piezas del “chac” de todo el país, ¿para qué meter obra de Sebastian al museo?, respondió otro, mientras saboreaba un par de canapés con cochinita.

—Mejor hubieran hecho una selección de ‘chacs’ originales. Pero ni modo, es lo que hay, terció otro para reír con disimulo y pedir un poco más de vino.

Éste es uno de los diálogos que se escucharon la tarde del jueves en el MNA, mientras los asistentes degustaban vino y bocadillos, al término de la inauguración de Chac mool. Sebastian, una muestra colorida, repentina, desperdigada y reiterativa, aplaudida por algunos y criticada por otros. A mí me hubiera gustado algo distinto.

SIN EJEMPLARES

Los editores encargados de cuidar e impulsar el trabajo de la escritora, académica e investigadora Beatriz Espejo (Veracruz, 1939) –ganadora del Premio Nacional de Artes y Literatura 2023, en el campo de Lingüística y Literatura, y autora de libros como Muros de azogue, La hechicera, Alta costura y ¿Dónde estás, corazón?– ya deberían tener un plan para reeditar y circular su obra, porque hasta la tarde de ayer era casi imposible conseguir algún ejemplar.