True Love Waits

“¿Le puedes bajar al volumen? ¡Tanto que me cuesta dormir al niño y tú te pones a escuchar tu música!”

“Es nuestra música, mi vida, NUESTRA música ¡Es Radiohead! Los demos. Los minidisc hackeados. ¿No los quieres escuchar?”

Su esposa ni siquiera le contesta, prefiere guardar su energía para cuidar a su bebé. Él se pregunta si, cuando sea su turno, podrá cuidarlo mientras escucha a Radiohead. Ambos se están estrenando como papás. Con el bebé las prioridades de los dos cambiaron radicalmente. Lo sabían, todo el mundo se los dijo. Sabían lo que implicaba tener un hijo y, aun así, decidieron que eso era lo que querían. Llevaban años de novios, se embarazaron, “formalizaron su relación” (o sea, se casaron para tener contentas a las familias de los dos) y ahora están felices con esta criatura hermosa que todos los días los sorprende. No los deja dormir, pero es lo mejor que les ha pasado nunca.

Ahora no le importa tanto, pero si lo de Radiohead hubiese pasado hace un año o dos, su reacción sería explosiva. Primero el enojo. Cómo es posible que alguien se atreva a robarle a Thom Yorke, ¡Thom Yorke!, que es casi Dios o, bueno, Dios mismo. El Ser más Creativo y Genio Musical del Universo. 18 minidisc. Y luego, ese mismo ladrón los quiere chantajear. Denme 150 mil dólares o ya verán.

Radiohead actuó de la mejor manera: liberó en Bandcamp el contenido de los 18 minidisc que tenían en un backup para que, de alguna manera, dejaran de tener el valor que tenían antes. Al estar al alcance de todos, el tesoro deja de serlo.

Así que papá nuevo se da a la tarea de escuchar las 18 horas de música. O lo intenta. Lo pone a un volumen decente, aunque tal vez es hora de reevaluar lo que él entiende por decente. Cada vez que pone música, su esposa le baja. Y con estos demos de Radiohead pasa igual. Pensaba que tal vez su esposa celebraría escuchar canciones que aún no están terminadas, maquetas, sesiones en vivo, ensayos, experimentos con instrumentos, canciones conocidas tocadas de manera distinta. Pero a ella no le interesa mucho y se da cuenta de que a él tampoco. Tal vez no está en el mood apropiado. Tal vez lo que necesita es ponerse los audífonos y perderse, que el mundo desaparezca, que él desaparezca para el mundo. Pero ve los audífonos y no se atreve. Tiene que estar pendiente de su esposa, de su hijo pequeño, ¿y si necesitan algo? ¿Si hay una emergencia?

Los minidisc hackeados estarán disponibles en Bandcamp 18 días. O, si quieres, los puedes comprar por 18 libras y lo recaudado será donado a Extinction Rebellion. Papá nuevo googlea y descubre que Exctinction Rebellion es “un movimiento social cuyo objetivo es influir sobre el gobierno del Reino Unido y las políticas medioambientales globales mediante la resistencia no violenta, para minimizar la extinción masiva y el calentamiento global”. Decide que lo va a comprar, pero al ratito, que ahorita tiene que ir a cambiarle el pañal de tela a su hijo y, quién sabe, tal vez lavar el sucio de una vez. Están usando el mínimo de pañales desechables, quieren dejar un mundo mejor a su hijo.

De repente siente una angustia, ¿y si se le olvida comprar estos discos hackeados, así como se le pasó la preventa de los boletos para el Corona Capital? Aunque tal vez es distinto, no compró los boletos de su festival favorito porque tiene que ahorrar, además, no sabe qué estará pasando en su vida el 16 y 17 de noviembre, ¡falta muchísimo! ¿Qué edad tendrá su hijo? ¿Querrán dejarlo con alguien que lo cuide? ¿Con quién? ¿Querrá venir su esposa con él como antes lo hacían o lo dejará ir solo? El cartel del Corona Capital le gustó. No entiende por qué hubo tantos memes diciendo que los grupos son para chavorrucos. Está a punto de darse cuenta de que ahora es un chavorruco, pero el pensamiento no llega a concretarse: se queda dormido con su hijo en brazos, el arrullo que le cantaba, True Love Waits, lo durmió primero a él.