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Set list

Joselo

Joselo

CrockNICAS MARCIANAS

Llegó la hora de hacer un set list nuevo, escoger canciones del repertorio de Café Tacvba para tocar en las presentaciones de celebración del 30 aniversario. No son enchiladas, como dicen por acá. Hacer la lista de canciones es todo un arte, pregúntenle a cualquier banda de rock, pues implica un acto de equilibrio: qué es lo que el artista quiere tocar y qué es lo que el público desea oír. Sólo así se logra que la energía de un show no decaiga y que el mayor número de personas salgan contentas del concierto y, entre esas personas, también incluyo a los músicos que estamos tocando allá arriba.

Pero, ¿qué es lo que los fans quieren escuchar? Claro, los hits es la respuesta más fácil, pero no es la única para esa pregunta.

Hay una anécdota que escuché una vez (si es falsa, por favor, fans de los Stones, crucifíquenme): un día estaban Jagger y Richards haciendo el set list de su siguiente gira, decidían qué canciones debían montar, y mientras revisaban las canciones viejitas, dijeron: Out of Time? Obvio, ésa no, ¿quién va a querer escucharla? Y entonces Ron Wood, que estaba ahí, dijo: ¡Yo! Y es que Ron Wood, antes de unirse a The Rolling Stones, era fan, lo cual lo puso en una posición privilegiada: juega, como quien dice, con un pie adentro y otro afuera de la cancha. Tiene una visión mayor. Entonces en esa gira tocaron Out of Time, y muchas otras que Jagger y Richards ni se imaginaban poner en su set list.

Mucha gente me pregunta: ¿cuántas canciones tiene Café Tacvba? Y la verdad es que no sé. Bueno, no sabía, me puse a contarlas hace ratito. La lista es como sigue. Canciones originales: 113. Canciones de otros artistas que hemos hecho cóvers: 12. Canciones para soundtracks y homenajes: quién sabe, pero seguro llenamos un disco o dos. Así que armar un show de dos horas, dos horas y media, con cerca de 150 canciones, se pone muy difícil.

¿Que si me acuerdo de todas? Ja, sí, cómo no. Hay canciones que hace muchísimo tiempo que no tocamos, tanto, que, al escucharlas, no tengo la más remota idea de qué fue lo que toqué. Y eso que grabé todo sobrio. Me gusta lo que suena, pero, ¿qué acordes son? Por eso tengo cuadernos, libretas y hojas sueltas llenas de anotaciones al estilo Guitarra Fácil, dibujitos de acordes, de pedales de efectos, pero a veces hay palabras en clave que ahora no sé qué demonios significan. Símbolos extraños para definir “algo”, un idioma secreto que ya no sé traducir. Así que tengo que ponerme a escuchar, pero, por más que repito el track a todo volumen, no alcanzo a distinguir mi guitarra, la canción se escucha como un todo. De haber sabido, le hubiera pedido al ingeniero que le subiera más o que me hiciera una mezcla especial, con la guitarra hasta enfrente para que, si se me olvidaba (como me está pasando ahora), nomás la escucho y ya. Sí, sí, podríamos abrir las sesiones de grabación, como lo hacen en esos documentales maravillosos de discos clásicos del rock, lo malo es que no somos Pink Floyd ni The Beatles, quién sabe dónde está todo, y lo que tenemos está todo revuelto: hay cintas de grabación, Adats, discos duros que ya no se pueden conectar a nada. Lo único que queda es rezarle a nuestro cerebro para que haga los puentes necesarios entre neuronas y llegue ese momento de iluminación donde aparece clarito la afinación extraña que inventé para una sola canción.

Pero no se preocupen: llegaremos. Sacaremos de lo más recóndito de nuestra mente esas canciones viejitas, y también las nuevas, que, si no las tocas, se olvidan. Pondremos en la balanza lo que queremos tocar con lo que suponemos que ustedes quieren escuchar y, claro, los hits, muchos hits, para que la celebración de los 30 años que llevamos juntos sea eso, una celebración donde todos disfrutemos.

Si no quedan satisfechos, ya saben, avísenme y vamos elaborando la lista de una vez, y así, para el 40 aniversario, sí le atinaremos a lo que quieren escuchar.

 

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