Pezones

Acabo de ver el nuevo video de Texxcoco, banda de las Islas Canarias que ahora radica en Madrid, en donde sale la cantante, guitarrista y líder, Adriana Moscoso, tocando la guitarra dentro de una alberca, rodeada de varias amigas. Juegan, se avientan agua, se divierten y luego salen a la calle. La constante del video, Velvet Love, es que todas ellas no traen la parte de arriba del bikini que portan.

El video es una declaración de principios. Los integrantes de Texxcoco están hartos de la política antipezón femenino en algunas redes sociales. Dicen que la violencia extrema puede pasar sin ningún problema, pero en cuanto aparece un pezón no tardan más de una hora en borrarla, en desaparecerla.

La fama de Texxcoco está subiendo como la espuma de cerveza servida en tarro (ay, qué rico). Su primera disquera los catalogaba como garage surf con influencias grunge y sicodélicas, pero ellos evitan ese tipo de etiquetas (como la mayoría de las bandas). Su sonido viene del post-punk. Cantan en inglés, que no es raro que suceda en la escena española del momento. Texxcoco estará en el Primavera Sound y girando por toda España. Quién sabe cuándo vendrán a México, supongo que pronto. ¿De dónde viene ese nombre que nos suena tan familiar a todos los mexicanos? En una entrevista leí que Adriana contestaba: “México tiene todo lo que me gusta: comida, birra y nombres interesantes”.

Recuerdo que esa política antipezón femenino sucedía en MTV. Yo pensaba que esa prohibición era algo que se quedaba atrás con la caduca televisión, pero parece que las cosas malas se heredan más fácilmente que las buenas.

En Pop Song 89, de R.E.M., Michael Stipe canta en primer plano, mientras detrás de él bailan tres mujeres, todos están sin camiseta. MTV les pidió que taparan los pezones de las mujeres. Aceptaron, pero Stipe también se tapó los suyos. Si censuran a las mujeres, ¿por qué a los hombre no? El discurso de Stipe es la igualdad.

Siempre me pareció extraño que MTV tuviera ese tipo de reglas. Siendo un canal de videos musicales, se suponía que los grupos o artistas podían, ¡debían!, expresarse como les viniera en gana.

Yo me enteré mucho tiempo después, pero el que era entonces nuestro mánager, Juan de Dios Balbi, tuvo que lidiar con los productores del Unplugged que grabamos en MTV Latino. ¿La razón? Rubén —que en ese entonces se llamaba Cosme— escogió de outfit una camiseta en la que mostraba la foto de unos senos de mujer. Nunca he sabido la razón exacta por la que el cantante de mi banda escogió esa vestimenta (me reservo de preguntar muchas cosas, porque me gusta escuchar las distintas versiones o reacciones de la gente, sin saber la realidad). El caso es que los directivos de MTV se vieron en la dificultad de “censurar” la camiseta de Rubén, pero no sabían cómo hacerlo. Ponerle blur, o pixelear la imagen les supondría un trabajo excesivo. El final ya lo saben, al menos los que han visto nuestro Unplugged: la camisa de Rubén escapó a la censura.

Me gusta ver a muchos fans que imitan la famosa camiseta en los conciertos. Algunos se pegan una fotografía de unos senos en una t-shirt café. La fotografía, que no es flexible, se va cuarteando o rompiendo conforme el concierto avanza. Las mujeres, por supuesto, no necesitan foto. Muchas de ellas, subidas en hombros, se levantan la ropa que traen puesta y nos enseñan los pezones ¡camiseta de Cosme Unplugged instantánea!

Ahora que Justin Timberlake cantó en el medio tiempo del Super Bowl y generó tantos comentarios, recordé cuando Janet Jackson mostró, “por accidente”, un pezón. Y que ésa fue la noticia más publicada en ese momento, y los días y semanas siguientes.

¿En realidad hace tanto daño ver un pezón? Adriana de Texxcoco tiene razón: la violencia extrema hace más daño.