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García Luna: un secuestro misterioso

Jorge Fernández Menéndez

Jorge Fernández Menéndez

Razones

El segundo día de testimonios de Sergio Villarreal, El Grande, uno de los principales lugartenientes de los Beltrán Leyva, en el juicio contra Genaro García Luna en la corte de Brooklyn, siguió con supuestas revelaciones que no se sustentan con prueba alguna, pero que, además, como decíamos ayer, siguen siendo profundamente contradictorias.

El Grande, un personaje temible del mundo del narcotráfico, protagonista de algunas de las acciones más tenebrosas de los Beltrán Leyva, los que junto con los Zetas dieron una verdadera vuelta de tuerca a la violencia del narcotráfico (ambos enemigos del Cártel de Sinaloa), dijo ayer en la corte que preside el juez Brian Cogan, que García Luna fue secuestrado en Morelos por Arturo Beltrán Leyva, cuando ya era secretario de Seguridad Pública “porque no le contestaba las llamadas”.

Es, una vez más, inverosímil. Lo que sí sabemos que sucedió, y en esa época lo publicamos en este espacio, fue que los Beltrán Leyva secuestraron a un grupo de custodios de García Luna, mientras éste estaba visitando a su madre en Cuernavaca. Los custodios, entre ellos dos mujeres, fueron brutalmente golpeados por los sicarios. Nunca hubo constancia de que se secuestrara al secretario de Seguridad.

De la misma forma, como reconoce El Grande, él fue responsable de haber emboscado y asesinado al comisionado de la Policía Federal, Edgar Millán, en octubre de 2008, dentro de su propia casa. Millán era uno de los hombres más cercanos a García Luna. Unos días antes de su asesinato, me tocó cubrir una serie de operativos contra los Zetas acompañado por el entonces comisionado. Durante los días anteriores del asesinato de Millán, uno de los mejores cuadros policiales del país, otros tres mandos de la Policía Federal fueron asesinados en Sinaloa.

Para esa fecha y desde tiempo atrás, la guerra entre los Beltrán Leyva y el cártel de Sinaloa era abierta. Dice Villarreal que después del secuestro de García Luna en 2008, y a pesar de que éste supuestamente trabajaba con los de Sinaloa, le seguían pagando millón y medio de dólares mensuales. ¿Quién le paga a un funcionario para que trabaje para su enemigo al tiempo que está asesinando a sus más cercanos colaboradores? Arturo Beltrán Leyva murió en un durísimo enfrentamiento en Cuernavaca un año después y meses más tarde fue detenido Villarreal, que, desde un inicio, en México y luego en Estados Unidos, se prestó a ser testigo protegido cambiando una y otra vez sus testimonios e involucrando a todo tipo de personajes, dentro y fuera del mundo del narcotráfico.

Ayer también, el presidente López Obrador habló del juicio, anunció que el vocero presidencial, Jesús Ramírez hará un parte diario del juicio (¿?) y dijo que México intentará recuperar 700 millones de dólares de García Luna que están en Estados Unidos. Me recordó aquella declaración de Donald Trump de que con los mil millones de El Chapo Guzmán pagarían el muro.

Lo cierto es que nunca, ni allá ni aquí, se supo de esos mil millones de El Chapo, pero tampoco existen esos 700 millones de dólares de García Luna. Están hablando de las propiedades y empresas de la familia Weinberg, que fueron socios de García Luna en Miami, después de que dejara el servicio público. Incluso, las denuncias de la UIF en México sobre el exsecretario son por contratos recibidos, ya fuera del servicio público, en el sexenio de Peña Nieto.

Se siguen acumulando las dudas y preguntas sin respuesta, y apenas vamos en el día dos de un juicio que durará unas ocho semanas.

EL OTRO CASO EN EU, EL DE TREVI

Mientras el juicio de García Luna en Brooklyn ocupa buena parte de la atención pública, en California y en Texas otros procesos, pero que involucran a la cantante Gloria Trevi, también son noticia.

En abril de 2009, la cantante, su esposo Armando Gómez y su hijo Ángel Treviño, demandaron a Televisión Azteca y a la conductora de Ventaneando, Paty Chapoy, por haber dañado su imagen por la cobertura del sonadísimo caso del clan Trevi-Andrade. Pedían 180 millones de dólares de indemnización y, de paso, una disculpa pública.

A finales del año pasado, la Corte de Apelaciones del Treceavo Distrito de Texas, con base en Corpus Christi-Edinburg, emitió una sentencia a favor de la apelación que presentó Azteca, donde resolvió que 90% de las acusaciones presentadas por Gloria Trevi fueron desechadas, así como también fueron desestimadas más de 75% de las manifestadas por el hijo de la cantante y todas de las declaraciones del esposo de Trevi. El juicio, con ello, se queda sin fundamento.

Casi simultáneamente, en otra corte estadunidense, pero de California, dos mujeres, cuya identidad es reservada por motivos de seguridad, relataron a la revista Rolling Stone que habían iniciado una acción penal contra Gloria Trevi y Sergio Andrade por abusos cometidos en Los Ángeles, cuando ellas tenían 13 y 15 años, argumentando que el programa liderado por el llamado clan Trevi-Andrade servía como tapadera de una red de jóvenes que durante años fueron explotadas y abusadas sexualmente.

Y por hacer un chiste sobre esa demanda, Trevi inició otra, pero contra el comediante Chumel Torres, quien simplemente respondió que “la señora tiene dos demandas fuertes en Los Ángeles por abuso de adolescentes, eso no lo estoy inventando, es un hecho…”. Un hecho tan firme como el escándalo penal que envolvió al clan Trevi-Andrade desde los años 90 hasta que fueron detenidos en Brasil a mediados del año 2000.

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