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¿Diálogo o amnistía encubierta?

Jorge Fernández Menéndez

Jorge Fernández Menéndez

Razones

No hay forma de justificarlo. Las declaraciones de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, sobre el diálogo con los grupos armados, son la mejor demostración de una estrategia confusa en el combate al crimen que se sustenta en ideas que no tienen sustento con la realidad.

Se trató de explicar que no se trataba de grupos del narcotráfico, sino de otros, los de autodefensa, lo que sucede es que esos grupos (en Michoacán, Tamaulipas y Guerrero) también, además de haber ejecutado acciones criminales y asesinatos, son parte del crimen organizado. Y están coordinados entre sí.

En febrero pasado, en Hidalgo, Tamaulipas, la llamada Columna Armada Pedro Méndez, le organizó un acto de masas a José Manuel Mireles, jefe de uno de los grupos de autodefensa de Michoacán, para proponerlo como nuevo jefe de la Guardia Nacional. Unos y otro están acusados de relaciones con el narcotráfico, la Columna Armada con los restos del Cártel del Golfo (parte de ellos aliados hoy con el Cártel Jalisco Nueva Generación), y Mireles estuvo detenido muchos meses porque, precisamente, se lo considera un aliado del CJNG, organización que financió a los grupos de autodefensa que eran, buena parte de ellos, un instrumento de un cártel para enfrentarse a otro, en este caso, Los Caballeros Templarios.

El 27 de abril de 2016, hace más de tres años, hablamos por primera vez aquí de la Columna Armada Pedro Méndez. Son un buen ejemplo de lo que se quiere pacificar. Decíamos que ese grupo “no es una organización civil, es un órgano del Cártel del Golfo, su esquema de operación y su discurso es muy similar al que manifestaron en su momento La Familia, Los Templarios y algunos de los grupos de autodefensa en Michoacán y Guerrero, ligados, en realidad, a distintos cárteles, sobre todo, al de Jalisco Nueva Generación.

“Aparecieron —continuaba aquel texto— en el 2014 en los municipios de Hidalgo, Villagrán y Mainero, en el centro-sur de Tamaulipas, y los organismos de inteligencia, desde entonces, los reportan como un grupo del Cártel del Golfo, utilizado para propaganda política y para confrontarse con Los Zetas, cuyos asesinatos se han atribuido públicamente en varias ocasiones. Así, en 2015 informaron en un comunicado que ‘Silverio Zúñiga fue ejecutado ayer por la mañana en el ejido Cruz y Carmen de Hidalgo, Tamaulipas, por La Columna Armada Gral Pedro José Méndez, porque participaba apoyando a la delincuencia zeta en asaltos carreteros y secuestros en la región’. Antes, el 19 de mayo del 2014, fueron asesinadas nueve personas en el municipio de Hidalgo, cinco hombres y cuatro mujeres, después de que ese grupo armado ingresó al poblado e incendió varias casas. Los de la columna los acusaron de ser zetas”.

En un comunicado divulgado en el 2014 y dirigido a “los pueblos de Hidalgo, Villagrán y Mainero”, así como “a las tropas del Ejército mexicano”, dicen que (respetamos la ortografía y sintaxis original): “la violencia que los politicos y funcionarios corruptos han engendrado al ser parte de los criminales les está alcanzando... La Columna está en contra de romper el estado de Derecho, pero a los criminales se les somete a sangre y fuego... Hemos fusilado sin violentar nuestros escrupulos ni torturar nuestra conciencia religiosa pués lo hemos hecho en defensa de la vida y de el destino de nuestro pueblo hombres de convicciones no de fortuna urgen a la patria”. En sus mantas aseguran que “a Dios están rezando, pero con la 45 dando”.

Los grupos michoacanos de los que habla Gobernación, además de los del propio Mireles convertido súbitamente en delegado médico del ISSSTE en Michoacán, son Los Viagras, una organización criminal que la Secretaría de la Defensa identifica con el cártel de la Nueva Familia Michoacana.

En Guerrero operan 19 organizaciones criminales armadas, muchas de ellas ligadas con distintas “policías comunitarias”, además de grupos armados que responden a caciques o a organizaciones guerrilleras.

El problema de fondo es que se sigue confundiendo una estrategia de pacificación similar a la que se establece con guerrillas en otros países, con nuestra situación. Aquí hablamos de grupos criminales, se llamen Los Viagras o Columna Pedro Méndez, no de organizaciones políticas armadas.

Una amnistía política a presos políticos, por causas políticas, es entendible, una amnistía a quienes han matado a cientos de miles de mexicanos por intereses exclusivamente criminales, sin hacer antes justicia, no.

 

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