La urgencia de un aire limpio: un llamado a la acción

La calidad del aire no es sólo una cuestión ambiental, es una prioridad de salud pública cuya evidencia es clara: el aire contaminado está directamente relacionado con una gran variedad de enfermedades graves, que van desde problemas respiratorios y cardiovasculares ...

La calidad del aire no es sólo una cuestión ambiental, es una prioridad de salud pública cuya evidencia es clara: el aire contaminado está directamente relacionado con una gran variedad de enfermedades graves, que van desde problemas respiratorios y cardiovasculares hasta enfermedades como el cáncer y, lamentablemente, en urbes como la CDMX, donde la geografía y la alta densidad poblacional complican la dispersión de contaminantes, lograr un aire limpio es particularmente más complicado.

La conmemoración del Día Interamericano de la Calidad del Aire, promovido por instituciones como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS), subraya la importancia de la concienciación sobre este tema. No obstante, estas conmemoraciones se quedan lejos del objetivo, pues, año con año, son recordadas sin conseguir movilizar a la población. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire es uno de los principales riesgos ambientales para la salud, con millones de muertes prematuras atribuibles a esta causa cada año. En 2019 se estimó que 6.7 millones de muertes prematuras estaban relacionadas con la contaminación del aire, una cifra que aumentó a 7 millones en 2021. En México, más de 48 mil muertes prematuras fueron atribuibles a la contaminación del aire en 2019, con la CDMX registrando más de 5,000 decesos.

Estos números no sólo reflejan una crisis de salud pública, sino también un impacto profundo en la vida y el bienestar de la población. Por otra parte, estudios de la UNAM han demostrado que la contaminación del aire deja huellas en el material genético de los recién nacidos, provocando mutaciones y afectando el peso y la talla de los bebés al nacer cuando las madres están expuestas a contaminantes durante el embarazo.

Por otra parte, la OMS señala también que muchas fuentes de contaminación del aire exterior están fuera del control del ciudadano común y requieren medidas por parte de las autoridades a nivel local, nacional y regional en sectores como la energía, el transporte, la gestión de desechos y la agricultura.

Lo anterior tiene que ver con la situación de contingencia ambiental recurrente en el Valle de México, misma que podríamos catalogar como la más extensa en los últimos cinco años.

Frente a esta realidad, es urgente tomar medidas tanto a nivel gubernamental como individual. Es por ello que, desde el Congreso de la CDMX, los representantes del Partido Verde han impulsado iniciativas como la modernización del transporte público, alineadas con el Programa de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire de la Zona Metropolitana del Valle de México (ProAireZMVM) 2021-2030. Este proyecto busca incrementar el uso de tecnologías limpias y reforzar la normatividad para reducir las emisiones en el sector transporte. Asimismo, se ha propuesto una transición acelerada hacia vehículos eléctricos para el año 2040 y el combate a la tala ilegal en la capital.

En este tema, también se ha puesto sobre la mesa lo esencial que resulta que los delitos contra el medio ambiente sean considerados como graves. Y para la siguiente Legislatura local, que está por renovarse y en la cual, gracias a la confianza y el apoyo ciudadano, así como de los partidos aliados, lograremos contar con una bancada mucho más amplia y seguiremos haciendo grandes cosas en favor del medio ambiente.

En este sentido, en la Legislatura que está por renovarse, la bancada Verde contará con una agenda más robusta en materia de cuidado ambiental y bienestar animal, a fin de seguir sumando fuerzas por el cuidado del planeta. Y, como siempre lo he dicho, la participación de la ciudadanía es crucial en la efectividad de toda política pública. Cada acción, como puede ser desde el ahorro de energía en casa, el uso del transporte público o la bicicleta, hasta evitar la quema de basura o pirotecnia y la cultura de la denuncia, es esencial.

La lucha por un aire limpio en la Ciudad de México es una batalla en la que todos debemos participar. La generación y aplicación de políticas públicas son determinantes, pero la contribución individual también es indispensable. Sólo así podremos asegurar un futuro más saludable y sostenible para nuestra querida Ciudad de México.

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