Atraer y desarrollar talento (III)

En mi entrega previa sostuve que a fin de que México pueda aspirar a integrarse a la transformación tecnológica que hoy tiene lugar en muchas partes del mundo, es indispensable adaptar nuestro marco legal en materia laboral y migratoria. Agrego ahora que, si bien ello es necesario, no es suficiente.

México goza de una ubicación privilegiada para atraer empresas dedicadas a la nueva economía digital y un creciente capital humano con alta capacitación técnica y profesional. Sin embargo, los retos para alcanzar niveles de competitividad reales que sean atractivos a inversionistas y desarrolladores en esta nueva economía digital ameritan una decisión de política pública integral como la que aquí se esboza.1

Existen avances en Guadalajara, Monterrey, Querétaro y la Ciudad de México. Lo expuesto en esta entrega está orientado a la frontera norte del país, es una versión actualizada de la iniciativa que impulsó el establecimiento de la industria maquiladora hace décadas, adaptándola con las nuevas realidades económicas y laborales que implica la revolución tecnológica que tiene lugar en el mundo.

La política migratoria del presidente Trump ha incluido limitar y dificultar el acceso a las visas dedicadas para profesionistas de excelencia en estos campos (H1B); datos recientes indican que cada año decenas de miles de solicitudes son rechazadas. Ante esta situación, Canadá lanzó un programa similar al aquí descrito bajo el lema “nosotros sí te queremos”, por ende, se presenta para México una buena coyuntura para sumarse al mercado laboral del futuro en Norteamérica.

El objetivo principal será formar y transmitir talento a profesionistas mexicanos especializados en las áreas de tecnologías de la información, tales como inteligencia artificial, nanotecnología, mecatrónica, meta data o ciberseguridad.

Enseguida describo los elementos básicos y principios de política pública a considerar para dar viabilidad a esta idea:

Establecer un programa regional fronterizo (susceptible de ampliarse después a todo el territorio nacional) mediante el cual se definan los objetivos, alcances, características, requisitos y procedimientos para ser beneficiario de los estímulos fiscales y financieros previstos en el mismo plan. En el corredor fronterizo del norte de México se ubican algunas de las empresas de innovación y desarrollo más importantes del país, varias de ellas tienen su sede en EU por lo que trasladar a esta región sus centros de investigación y desarrollo les presentará importantes ventajas de competitividad al abatir los elevadísimos costos que tienen en California, Texas, Arizona.

A nivel federal, se requerirá la participación de las secretarías de Economía, Hacienda y Crédito Público, Trabajo, Gobernación, Educación (Conacyt) y Relaciones Exteriores. Las entidades federativas, por medio de las dependencias responsables del fomento económico, y las municipales que facilitarán los permisos necesarios para el establecimiento de los nuevos negocios. Facilitar la llegada de extranjeros calificados y sus familias, sin desplazar mexicanos y compartir su experiencia y conocimiento con otros profesionistas nacionales y extranjeros de alta especialidad.

Ello implica permitir que las empresas que cumplan con los requisitos previstos en el programa puedan tener una plantilla laboral integrada por extranjeros y mexicanos, no sujetos en su número y proporción a lo previsto en el artículo 7 de la Ley Federal de Trabajo, que mantiene una restricción respecto al número de extranjeros que pueden ser contratados frente a los mexicanos. En realidad, es letra muerta y ha dado pauta a simulaciones o abiertas violaciones, ya que es una obsolescencia derivada de una visión que en su momento se justificaba para proteger al trabajador mexicano de posible discriminación por parte de patrones extranjeros.

Esa preocupación se atenderá al privilegiar la contratación de mexicanos que tengan las capacidades profesionales de excelencia en los campos de investigación y desarrollo que el programa defina; en especial aquellos que hoy residen en el extranjero y desean regresar al país.

La transmisión del conocimiento se logrará mediante convenios de colaboración con centros de estudio, universidades, tecnológicos y centros de investigación, a fin de darles prioridad en la contratación de sus egresados, así como desarrollar programas conjuntos de capacitación y formación de talento. En mi siguiente y última columna sobre este tema abordaré los aspectos migratorios inherentes a esta iniciativa.

1. Las ideas de esta colaboración provienen de la iniciativa del arquitecto David Mayagoitia, empresario de Tijuana, y de José Saúl de los Santos Gómez, joven y brillante profesionista de esa localidad.