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Alcemos la mirada

Gustavo Mohar

Gustavo Mohar

La frase resume lo que cada día los medios de comunicación se encargan de difundir: actos de violencia terrorista, crímenes, manifestaciones de la sociedad civil de diferente tipo en distintas partes del mundo para protestar por la violencia de su pobreza, su marginalidad, su falta de oportunidad y su reclamo a los sistemas de gobierno y a los políticos responsables de su ejecución.

En México llevamos muchos años de despertarnos cada día con una nueva atrocidad: cadáveres decapitados o torturados de manera brutal, secuestros de menores de edad, violencia de género, enfrentamientos violentos entre la autoridad y diversos grupos sociales; donde la falta de información nos impide conocer con certeza los orígenes, razones y responsables de esas muertes o decenas de heridos. El caso de Nochixtlán es el ejemplo perfecto: se habla de diez civiles muertos y ahora parece que hay cerca de 180 heridos, muchos de ellos por arma de fuego. Estas cifras sugieren que hubo un enfrentamiento feroz que demanda una investigación seria y objetiva para identificar a los responsables y aplicar las sanciones que correspondan.

A ello se suma una preocupante tendencia al aumento en número de homicidios violentos, secuestros y extorsiones, cuya verdadera magnitud es imposible conocer,  pues es muy probable que la gran mayoría de estos delitos no son denunciados por las víctimas o deudos.

La violencia es también verbal y en ocasiones igual de dañina que la física, como se observa en la contienda electoral de Estados Unidos, en la cual se han presentado —niveles impensables hasta hace muy poco tiempo— en el uso de descalificativos, insultos, mentiras, burlas y agresiones directas a los oponentes.

Recomiendo a mis estimados lectores ver un breve video: https://www.facebook.com/bluenationreview/videos/614787708703108/?pnref=...

En éste se muestra de una manera muy evidente el nivel de ignorancia, resentimiento y violencia latente en la sociedad norteamericana, que Donald Trump ha hecho despertar en un importante segmento de ésta con sus discursos demagógicos.

La Convención Republicana fue un desfile de personajes resentidos, con una ideología extrema que raya en el fanatismo. Acusaron a Hillary Clinton de ser simpatizante de ¡Lucifer!

Estados Unidos enfrenta de nuevo violencia cotidiana entre bandas criminales en Chicago, que parecían haber sido erradicadas o al menos controladas, hay una tensión creciente entre la policía y la ciudadanía, en especial contra los afroamericanos, lo cual representa sólo la “punta del iceberg” de la discriminación racial que subyace en ese país, aun cuando hoy ocupa la Casa Blanca uno de ellos. A ello se agrega el miedo de la ciudadanía de sufrir otro acto terrorista en cualquier momento y en cualquier lugar.

Trump insiste en degradar la imagen de México y de los mexicanos, usa mentiras abiertas que niegan los beneficios mutuos derivados de la relación comercial, la gran contribución que nuestros paisanos hacen cada día al bienestar de esa sociedad. Gane o pierda en las elecciones del próximo noviembre, ha creado un ambiente propicio para que grupos xenófobos o aislacionistas encuentren en nosotros los mexicanos un chivo expiatorio para culparnos de sus problemas y den rienda suelta a sus prejuicios.

Para sorpresa de expertos y analistas políticos, las encuestas muestran que la competencia entre Trump y Hillary Clinton es muy cerrada. El experto más reconocido en análisis de encuestas políticas, Nate Silver, —quien predijera los resultados de las elecciones de 2008 y 2012 en Estados Unidos— advirtió que su último modelo estadístico pone a Trump por arriba de Clinton.

Es necesario que nosotros reflexionemos sobre las causas de esta ola de violencia que se expresa de distintas maneras en cada vez más partes del mundo.

Los próximos meses veremos una batalla feroz por la Presidencia de nuestro vecino del norte. Por ser Estados Unidos, el desenlace no es un asunto doméstico, es un tema que puede llegar a afectar la estabilidad global, la geopolítica y de manera directa la relación con México.

El inicio del nuevo gobierno en Estados Unidos se empalmará con la elección presidencial en nuestro país, donde también puede generarse un ambiente de descalificaciones personales, ataques verbales, la creciente percepción de ingobernabilidad e incertidumbre. Todos tenemos algo que perder si permitimos que ese escenario domine el ambiente nacional en los próximos meses. Son tiempos de alzar la mirada, entender lo que sucede en el mundo y ser autocríticos; nuestra democracia se pondrá a prueba. Más que nunca debemos trabajar para que, como en el juego de la pirinola, el dado caiga en que “todos ponemos.”

Twitter: @GustavoMohar

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