Secretarías ofrecidas

Estarán condenados a su peor pesadilla, tendrán que trabajar para ganarse la vida.

  • Estarán condenados a su peor pesadilla, tendrán que trabajar para ganarse la vida.

En un increíble acto de candidez, Ebrard develó lo que está sucediendo. Él no es el candidato que está llamado a mantener el proyecto del cacique, por lo que le urgía tender puente con el núcleo duro que envuelve al residente de Palacio. De lo contrario, no hubiera tenido que hacer el ofrecimiento. Fue contundente la respuesta, secretarías ofrecidas, jamás serán agradecidas.

Hay quienes opinan que la selección de candidato aún no está hecha, sin embargo, complejos lances como el ocurrido nos dejan claro con quién están los hijos del tabasqueño. Hubiera sido mejor hacerse pasar como un continuador más del proyecto, y no como un aspirante sin acuerdo de continuidad. Mucha gente podría haber asumido que existía el velado pacto, pero el cerrón de puerta acabó con esa especulación. Ahora sabemos más de lo que sabíamos hace una semana.

Despejada la duda de quien podría ser la opción elegida por los vástagos del macuspanense, ahora sólo habrá que ver cómo el resto de las tapaderas se enroscan en torno al mazo aplastante de la cargada, plegándose, ahora, a lo que diga la favorita. Comenzarán a hacerle el feo al incondicional, quien, vacilante, trata de imponerse en el gusto de los mexicanos.

En dos meses nada va a cambiar. Es cierto que en el ánimo de los empresarios está Marcelo, pero eso lo sabe su jefe. Y ése, es el principal obstáculo para ser elegido, ya que López conjetura que el excanciller pensaría que se la debe a ellos, y no a él, por eso prefiere a una persona que no cuenta, sino con una forzada aceptación entre los hombres de dinero del país. Ella no alberga ni genera duda alguna en cuanto a sus lealtades, siempre mirará al cielo agradeciendo el rayo que la iluminó de entre las sombras.

Ella, a diferencia de Monreal, no prefiere ser nada; prefiere ser sombra proyectada en la silla, gracias a la inconmensurable luz que emana de su mentor. Ahora, como buen tricolor pintado de guinda, el saliente ha permitido a la aún tapada monte equipo, para que, desde el gabinete, ésta haga los amarres respectivos, haciendo así, anticipadamente, suyas las mieles que da el poder presidencial.

Es claro que quienes piensan que la renuncia de Ebrard modificó los planes de López, no recuerdan que fue un timbre de orgullo entre priistas permitir al candidato tomar decisiones en el último año de gobierno. Eso, y no la estrategia del galo, fue lo que precipitó las renuncias, para que así Claudia pudiera armar juego y se adueñará del tablero. Sus huestes, desde los principales puestos del gabinete, se encargarán de alinear a los factores reales del poder en torno a su líder.

Pueden los aspirantes a tapadera estar tranquilos, algunos serán llamados al besamanos, serán perdonados por haber osado a caer en la arrogancia de pensarse elegibles. Los demás no serán castigados, al menos no hasta bien entrado el primer año de gobierno de la próxima administración.

En tanto, la lastimosa actitud de los tricolores conversos es clara muestra de que no era militancia lo que los impulsaba a formar parte de las filas del difunto partido, sino un vulgar oportunismo, el cual, ahora, los llevará a donde el viento sople.

Sin embargo, es muy probable que no sean llamados a entrar por las puertas del paraíso transformador, sino que estarán condenados a su peor pesadilla, tendrán que trabajar para ganarse la vida. Se les acabarán las dietas.

Plutarco Elías Calles ve con agrado que sus modos y enseñanzas superan al instituto político que le dio la espalda, éste muere, pero su escuela renace en el pecho del Presidente, que no es bodega, sino nicho de los principios que aquel estableció.

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