CFEcienta

La depredación de la industria petrolera a manos de oportunistas ha costado miles de millones de dólares sin que haya un destino cierto.

Pues aún no ha llegado la medianoche del sexenio y la carroza ya se volvió calabaza; los funcionarios se convirtieron en ratones y resultó que no era tirada por corceles, sino por burros. Bartlett dejó claro que jamás adquirió experiencia como administrador público, y que, aunque cuenta con una larga experiencia como demagogo, no pudo con el paquete de administrar la agonizante empresa del sector energía.

A él le quedó muy grande la zapatilla. No es lo mismo intrigar desde oficinas palaciegas y recibir dádivas, que hacer productiva una empresa. Menos si se tiene el descaro de llevar a un personaje como Nevárez que, tras dejar su tiradero en el tren que viene de Toluca, se asumió como experto en contrataciones, no de obras o servicios, sino de familiares. El desastre es ya público y notorio. Empezó a dar topes en cristalería cuando dijo que los convenios para construir ductos eran un atraco, pero resultó que su impertinente negociación los volvió no caros, sino ruinosos. La lección que aprendió resultó costosísima.

Es claro que el cacique ya advirtió que le tomó el pelo como chino, pero jamás lo aceptará. Tampoco enfrentará a uno de los principales y más oscuros aportantes de su corrupta cruzada por la presidencia. Vamos, ni siquiera acusará recibo si el juez Brian Cogan emite una invitación para que el extitular de la Segob visite el tribunal en el que sí se juzga a quienes le han fallado a los mexicanos.

El costo político pagado por el de Macuspana es enorme. Nos da una idea de qué tan grande fue el efectivo capital que puso a su disposición el inexperto administrador. Ha tragado sapos sin hacer gestos, lo que confirma el tamaño de compromiso o complicidad que existe entre ellos.

Su padre dejó el cargo de ministro, así como el de gobernador de Tabasco entre controversias y señalamientos, pero con las alforjas repletas. El junior no lo hará de manera distinta, la fortuna que ha amasado va más allá de lo inmobiliario y ha creado una nueva corte que piensa vivir de contratos en el sector eléctrico por varias generaciones. Si ésta no fuera una de las gestiones burocráticas más corruptas de la historia, bastaría con las truculentas anécdotas que deja el poblano, para manchar indeleblemente a la 4T.

Jamás pensó que el caso Camarena pudiera alcanzarlo a tantos años de distancia, como tampoco que López se diera cuenta que todo el apoyo y los multimillonarios recursos presupuestarios no abonaron a fortalecer a la CFE, sino al cobro a lo chino que se hizo de lo aportado.

El fracaso del proyecto energético del cacique es irremediable e irreversible. En tan sólo cinco años, la depredación de la industria petrolera a manos de oportunistas ha costado miles de millones de dólares sin que haya un destino cierto, ni rentable, en tanto que la estratégica red de transmisión y distribución ha sido abandonada y tomará muchos años rescatarla.

Al perecer el culto que se prodiga al residente de Palacio quedará sólo un lastimoso ejercicio de improvisación y de derroche ideológico. En tan sólo unas semanas el barco comenzará a hacer agua, y todo se volverá electoral. Desde el púlpito, el evangelio según san López cobrará nuevos bríos, al culpar a los del pasado por todas y cada una de las torpezas, ignorancias y estulticias en que incurriera el paladín de la 4T.

Conforme el tiempo pase, el ánimo de extraditar funcionarios dejará las pasadas administraciones llegando a la actual, ¿quién será el primero en el banquillo?

Acaso ahora se dirá que es intervencionismo el fincar responsabilidades a los funcionarios que el vecino país señala. ¿Bartlett no se toca?

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