Bronco bis
Si se quedará calladito como candidato de Movimiento Ciudadano para la grande, podría conservar el nimio 5%, tope que tiene, y tendrá.
Si algo les sobra a los candidatos que recientemente han alcanzado la gubernatura neoleonesa es arrogancia, pero les falta mucho para ser figuras nacionales. Es difícil saber si el apodo de El Bronco fue originalmente tronco, porque de ahí, apenas leña, no salieron más que bravatas y frases sacadas de alguna película de Pedro Infante.
El personaje no dio razón para voltearlo a ver en las federales, siendo un claro ejemplo de que debe existir una norma que obligue a los candidatos que no alcancen 10% de la votación a devolver los apoyos federales. Sí, un candidato que no rebase ese umbral fue un oportunista más, y de ésos, ya tuvimos suficientes. Esas bufonadas nos salen muy caras.
El caso de Samuel es aún peor, llegó por la terquedad de los hombres ricos de San Pedro que prefieren lo que sea, antes que otro priista o panista, hasta un remedo de Martín Corona, versión comediante. Sólo con el tiempo caerá en cuenta de que allá la gente decidió anular la gubernatura, para emprender proyectos lo más alejado que se pueda de la autoridad estatal, prácticamente buscaron alguien que se dedicara a armar operativos para mantener las carreteras libres. Sí, se decantaron por quien pensaron estorbaría menos.
Es claro para quien allá radica, que la planta de Tesla no se hará en este sexenio, y que tampoco se hará en Santa Catarina, sino en Apodaca. Basta ver la inclinación del terreno y la falta de agua, para corroborar que Musk rápido le dio el golpe a cómo cachondear al locuaz político, provocando un beauty contest en ambos lados de la frontera, claro, en búsqueda del acuerdo idóneo. El tema son las normas ambientales que el magnate quiere librar, mismas que el marido de Mariana no sabe que son condición para que ponga los dólares. Es más, ni siquiera sabe que están en veremos.
Ya se empinó el jarrón de leche de inversión, pero la vaca ni siquiera ha asomado. En su sumadora pura saliva, pero nada de cash. La falta de seriedad con la que se conduce lo pinta de cuerpo entero. A la fecha no se ha dado cuenta de que los magnates han encontrado en el “modelo bronco” una oportunidad para manejar el estado a sus anchas, mientras tienen a un chivo en cristalería jugando en Palacio de gobierno. El chivo anterior fue un convidado de piedra útil, lo pusieron de comandante de policía, y ni para eso sirvió.
Si se quedará calladito como candidato de Movimiento Ciudadano para la grande, podría conservar el nimio 5%, tope que tiene, y tendrá, por mucho tiempo, el mazo de la venganza de Dante. Pero si sigue con la lengua suelta, a lo mejor hace un papel tan ridículo como el de Margarita Zavala.
Ha de pensar que si le sigue el juego al tabasqueño éste va a quemar el abultado expediente de acusaciones que pesan sobre él y quien lo acompaña, pero se equivoca, en una de ésas, en su partido ya tienen copia y saben que elegirlo es asumir la quemada que ningún partido nuevo quiere en su historia. En ese avispero, disfrazado de partido, hay mucha gente con trayectoria que no es de caramelo, sí, gente que puede hacer un papel digno, sin tener que rebajarse a ser partido de consolación para Ebrard.
En la elección no ganó el oportunismo, los otros candidatos fueron ultimados por los potentados antes de empezar. Basta de megalómanos, el país ya tuvo de más. Para Nuevo León, qué bueno, la oportunidad de enmendar la tozudez y restablecer el gobierno, pero ahora, con un titular y un gabinete que devuelva la entidad al nivel que le corresponde. La contienda electoral no necesita discursos que al Chicote le hubiera dado pena tener como diálogo en película ranchera. Si MC sigue por esa ruta, no sólo va a tener que cambiar de nombre, sino también volver a empezar.
