A la porra

No tuvieron que mandarla, fue sola. Aunque por muchos meses tuvo el nombramiento, nunca fue secretaria de Economía, sino una turista burocrática que paseó por relevantes asuntos que, aunque le parecían interesantes, sabía no entendería, dada su preparación como traductora. Quienes le hemos escuchado hablar en inglés, sabemos que la tarea era para hacerse en casa, pero con diccionario en mano. Más allá de eso, no hubo agenda, acuerdos, resultados ni logros.

No resultó difícil cobrar ni dar órdenes a un sinnúmero de ujieres que le llevaban oficios y acuerdos para poner firma donde estaba la cruz. Claro, de manera osca y retadora, cuestionaba y exigía le explicaran lo que se le ponían a firmar, haciéndolo sin chistar, tan pronto como aparentaba que se había impuesto del asunto de marras.

Así, cualquiera hace historia. Pero llegó el día en que había que asumir la responsabilidad en la vida real, se veía venir el tan temido panel, en el que los funcionarios de la dependencia y de la cancillería sólo harán el ridículo. Llegó el momento de abandonar la rechinante nave que ya empieza a hacer agua.

Mucho se habla de la infundada y personal creencia que le ha llevado a asumir que concita voluntades y apoyo en tierra regias. Se ha hecho a la idea de que ha forjado un nombre entre empresarios, a pesar de que no ha habido titular más gris en esa dependencia. En su mente, le apuesta a formar cercanía con el gobernador de Nuevo León, y más que con él, con Dante, quien anda buscando perfiles de género a los que no tenga que invertirles mucho.

Se habla ya de planes para que se vuelva gestora de intereses empresariales de quienes simple y sencillamente carecen de puentes hacia Palacio Nacional. Romo no ha podido llenar ese vacío, ya que, si bien conserva relación con el cacique, tras cuatro años no ha podido tejer entendimientos con sus paisanos. Todos ven cómo le ha fallado a quien en él ha confiado. Con Romo sonrisas sobran, pero no confianza.

López advierte que la renuncia lleva jiribilla. No sólo fue inoportuna, porque debió haberse producido en otro tiempo, dando oportunidad a que la sucesora tomara la rienda de la cada día más difícil relación con los Estados Unidos, sino que provocó suspicacia, al hacerse en un contexto en el que las precampañas están por arrancar, en las cuales, la sinaloense que despacha desde Monterrey se siente cómoda. La casa en la capital neoleonesa, pero los afectos allá en el Pacífico, con gran capacidad de interlocución con personajes clave. El caso es que botó la chamba en los peores términos. A ver si le toman la llamada.

Por su parte, la Cancillería no ha hecho cuentas del elevado costo de promover una acción ilusa, intentada en un país que se formó y creció a partir de la fabricación de armas y la generación de conflictos. Todos pagamos la muy cara promoción del canciller, en un tema en el que lo único que va a quedar claro es que cada país es responsable de cuidar sus fronteras y aduanas.

No sorprendería más adelante, ver a firmas americanas pagando cuentas de precampaña, de esas tantas que al INE le pasan de noche.

El buen nombre de México, después de haberse manchado con el impago y las moratorias, se empezó a recuperar apenas entrados los años 50 del siglo pasado. En ese rubro, la 4T no ha aportado nada, pero ha iniciado un derrotero en el que sólo lo mellará. No, no había forma de que hubiera nominación para el Nobel. Entendamos, las remesas y la presencia territorial de los cobradores de piso seguirán pesando en las encuestas, y así, en la estadística, pero no en los fundamentales de la economía ni del desarrollo.