Percepción sobre la democracia

En un mundo enrarecido por las campañas de desinformación y los bombardeos diarios de las noticias falsas, la percepción social de los asuntos públicos es un tema de gran interés para la gobernabilidad democrática.

Vivimos tiempos duros, agravados por los efectos de la pandemia, la guerra en Ucrania y por sus efectos en los precios, la disponibilidad de combustibles y la inflación rampante que recorre el planeta y lastima a los que menos tienen.

Las amenazas viejas y nuevas impactan la sustentabilidad democrática, generando situaciones de inestabilidad y conflictividad social que no favorecen la generación de condiciones para garantizar la tan esperada recuperación económica y social.

En este contexto, con el fin de dar seguimiento a las actitudes de las personas hacia la democracia, Latana, una consultora internacional de mercadotecnia, en colaboración con la Alianza de Democracias, organización sin fines de lucro dedicada a la promoción y avance de la democracia y del libre mercado alrededor del mundo, elaboraron y publicaron recientemente el Índice de Percepción Democrática (DPI) 2022.

Según esta edición del DPI, 84% de las 57 mil 785 personas entrevistadas en 53 países manifestó la importancia de que haya democracia en sus países. Asimismo, más de 90% de los entrevistados, tanto en países democráticos como no democráticos, aseguraron que es importante contar con libertad de expresión, elecciones justas e igualdad de derechos en cada uno de sus países.

Sin embargo, la percepción de la ciudadanía respecto al desempeño de los gobiernos sigue siendo preocupante. Sólo un poco más de la mitad de las personas encuestadas están satisfechas con el estado de la democracia en su país, dato que se asemeja a otros informes e investigaciones como el Latinobarómetro o el Índice de Democracia de The Economist.

Otra de las conclusiones del Índice de Percepción Democrática 2022 es que la desigualdad económica, la corrupción y la influencia de grandes corporaciones se perciben como las principales amenazas para la democracia. Adicionalmente, la guerra y los conflictos violentos son considerados como el desafío mundial más importante, seguidos de la pobreza, el hambre, el covid y el cambio climático.

A pesar de que la democracia continúa bajo amenaza, hoy, más que nunca, la ciudadanía del mundo anhela contar con sistemas democráticos que garanticen sus libertades fundamentales, el ejercicio de sus derechos políticos y el respeto a los derechos humanos.

Quienes tienen la fortuna de vivir en democracias reconocen su valor y exigen a sus gobiernos tomar acciones más concretas para, como bien lo dice el secretario general de la OEA, Luis Almagro, “responder con más democracia, con más libertades, con el ejercicio de los valores de solidaridad y de tolerancia entre posiciones disímiles”.

BALANCE

No se puede desconocer que la desafección de la ciudadanía con sus gobiernos y la pérdida de confianza en las instituciones han sido asideros de la erosión democrática sufrida durante los últimos años. No obstante, la valoración de los sistemas democráticos permanece alta entre la opinión pública y la gran mayoría de la población mundial anhela vivir en democracia.

La democracia resiste, a pesar de las amenazas y los desafíos emergentes. La democracia es una condición indispensable para atajar la desigualdad, la pobreza extrema, la inseguridad y el cambio climático.

Como lo afirma la Carta Democrática Interamericana, la democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos, y sus gobiernos tienen la obligación de promoverla y defenderla.

*Los puntos de vista son a título personal.

No representan la posición de la OEA