IX Cumbre de las Américas
La cumbre analizará las consecuencias de la pandemia de covid-19, las amenazas a la democracia, la crisis climática y la falta de acceso equitativo a oportunidades para los vulnerables.
Estados Unidos es el país anfitrión de la Novena Cumbre de las Américas donde participan gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y del sector privado en la región. De manera concurrente, 13 organizaciones internacionales conforman el Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres (GTCC), que apoya el proceso de la misma.
La cumbre analizará las consecuencias derivadas de la pandemia de covid-19, las amenazas a la democracia, la crisis climática y la falta de acceso equitativo a oportunidades para los grupos más vulnerables.
La cumbre tendrá lugar esta semana en Los Ángeles, California. Esta ciudad alberga la comunidad latina más grande de Estados Unidos. Es un crisol donde se hablan más de 224 idiomas, y tiene una población que representa a 140 países.
Como presidente del proceso de la novena cumbre, Estados Unidos ha encabezado los esfuerzos con los gobiernos y las partes interesadas de toda la región para abordar estos desafíos a través del proceso de cumbres.
La Cumbre de las Américas tiene una gran importancia geopolítica y económica. Es un espacio crucial de reunión para los líderes de los países de América del Norte, América del Sur, América Central y el Caribe. La cumbre y sus foros promueven la cooperación hacia un crecimiento económico y una prosperidad inclusivos, fundamentados en valores como la democracia, el respeto a los derechos humanos, la dignidad del trabajo y la libre empresa.
Cada cumbre se centra en un área crítica de cooperación de interés para todos los países de las Américas. Más recientemente, los líderes se comprometieron a luchar contra la corrupción que socava la gobernanza democrática cuando se reunieron en la octava Cumbre de las Américas, en Lima, Perú, en 2018.
El proceso de la Cumbre de las Américas reúne a nuestro hemisferio, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, siendo un proceso independiente de cualquier otra organización internacional. Los jefes de Estado y de Gobierno, los ministros de Asuntos Exteriores y otros altos funcionarios de los gobiernos asisten a la Cumbre de las Américas y a los foros asociados por invitación del gobierno anfitrión. Todas las cumbres han contado con la asistencia del presidente o vicepresidente de Estados Unidos.
La OEA juega un papel fundamental en este encuentro diplomático de alto nivel. Los líderes del hemisferio encargaron a la Organización que albergue la Secretaría de Cumbres de las Américas, instancia que desempeña la importante función de apoyar y garantizar el proceso de cumbres. Luis Almagro, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, estará presente con su equipo de trabajo.
BALANCE
Este tipo de reuniones representa una oportunidad histórica que no se debe desperdiciar. El sector privado, los representantes de la sociedad civil y los grupos históricamente marginados y vulnerables forman parte desde hace tiempo del proceso oficial de la cumbre, principalmente a través del Foro de la Sociedad Civil, el Foro de Jóvenes de las Américas y la Cumbre de CEO de las Américas, pero también a través de foros adicionales.
En la diplomacia moderna, los jugadores actúan en una cancha transparente. Póker abierto a la visita de un mundo cada vez más globalizado. La mayoría defiende la democracia y los derechos humanos. La cumbre ha sido un gran catalizador para fijar posturas. Cada gobierno ha definido su posición. El reto sigue siendo la defensa de los valores fundamentales de la Carta Democrática a la que todos se comprometieron hace 21 años. Mayor democracia, seguridad hemisférica, desarrollo inclusivo y respeto a los derechos humanos son el objetivo final.
*Los puntos de vista son a título personal. No representan la posición de la OEA
