Índice de Democracia 2022
La razón fundamental por la que Latinoamérica mantiene un relativo buen puntaje, en comparación con otras regiones, es la existencia de algunas democracias sólidas y consolidadas
Desde 2006, el Índice de Democracia elaborado por la Unidad de Inteligencia de la publicación británica The Economist recoge una serie de indicadores sobre el estado de la democracia en el mundo presentados en un informe anual.
Para 2022, el Índice de Democracia incluyó a 165 países y dos territorios, y el análisis se hizo con base en cinco categorías: procesos electorales y pluralismo; funcionamiento del gobierno; participación política; cultura política, y libertades civiles.
El panorama que ofrece el Índice es un escenario de continuo estancamiento con un puntaje que varió mínimamente de 5.28, sobre 10, en 2021 a 5.29 en 2022. El número de “democracias plenas” incrementó de 21 en 2021 a 24 en 2022; el número de “democracias defectuosas” cayó de 53 a 48; los “regímenes híbridos” incrementaron de 34 a 36, y el total de regímenes autoritarios se mantuvo en 59.
El informe concluye que cerca de la mitad de la población mundial vive en algún tipo de democracia (45.3%). Sin embargo, tan sólo 8% reside en una democracia plena y más de un tercio de la población del globo vive bajo un régimen autoritario (39.6%).
Las amenazas a la democracia siguen presentes. Distintos gobiernos, algunos de ellos electos en comicios libres, continúan buscando capturar a las instituciones electorales para reducir su autonomía e independencia.
Si bien no existe un acuerdo sobre cómo medir los niveles de democracia en el mundo, en la actualidad se elaboran una serie de informes que buscan, a través de diferentes indicadores, establecer el estado de la democracia a nivel global.
Tampoco hay consenso sobre cómo determinar esos indicadores o mediciones, pero sí existen, al menos para el hemisferio occidental, condiciones mínimas que determinan la presencia de democracia en un país.
La Carta Democrática Interamericana señala que “son elementos esenciales de la democracia representativa, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al Estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres y justas basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas, y la separación de poderes”.
Latinoamérica registra la más grande recesión democrática entre todas las regiones analizadas por el Índice de Democracia en las últimas dos décadas. Sin embargo, en una nota más esperanzadora, vale la pena mencionar que, según el informe, Latinoamérica y el Caribe permanece como la región con el más alto puntaje, después de Norteamérica y Europa Occidental.
Pese a que el continente continúa viendo con preocupación la proliferación de regímenes autoritarios que de manera sistemática violan derechos y restringen libertades fundamentales, también cabe destacar que la razón fundamental por la que Latinoamérica mantiene un relativo buen puntaje, en comparación con otras regiones, es la existencia de algunas democracias sólidas, de calidad y consolidadas.
BALANCE
Si bien los datos del Índice de Democracia 2022 no son alentadores, se convierten en la evidencia que debe servir para generar consenso y un impulso adicional sobre la urgente e imperante necesidad de trabajar arduamente en el fortalecimiento de los principios y valores democráticos.
La realización de elecciones no es la única condición para la existencia de la democracia. Es fundamental trabajar en fortalecer las instituciones y preservar el Estado de derecho. Trabajar por la defensa de la democracia es y será siempre una prioridad y la más importante inversión para el futuro.
*Los puntos de vista son a título personal.
No representan la posición de la OEA
