Dictaduras: expulsoras de migrantes

El presente éxodo regional es consecuencia directa del quebranto del orden democrático y la expansión de dictaduras que expulsan a sus connacionales

La migración es tan vieja como la humanidad. Sin embargo, los cataclismos y calamidades de los último años han generado un ambiente cada vez más hostil  para millones de seres humanos que huyen de su triste realidad económica o de la violencia permanente.

El incendio en un centro de migración ubicado en Ciudad Juárez, México, sacudió al mundo. La tragedia evidenció las inhumanas  condiciones en que los migrantes de América Latina realizan su odisea hacia el norte.  

Históricamente, la causa principal de la migración ha recaído en los problemas económicos; sin embargo, el presente éxodo regional es consecuencia directa del quebranto del orden democrático y la expansión de dictaduras que expulsan a sus connacionales en medio de una atmósfera de represión, torturas y violaciones generalizadas a los derechos humanos. 

En nuestro continente, las dictaduras son los países que registran la mayor migración de la región: Venezuela, Nicaragua y Cuba. Como lo destaca el semanario inglés The Economist, en el Democracy Index 2022, estos países tienen una calificación de cero en el indicador de procesos electorales y pluralismo político; mientras que en el indicador de funcionamiento del gobierno sus notas son bajísimas: 3.21 Cuba, 2.14 Nicaragua y 1.07 Venezuela.

Como lo evidencia el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en el caso de Venezuela, más de 7.17 millones de personas han salido de su país a causa de la crisis política y económica de este país sudamericano. La diáspora venezolana es el segundo éxodo de personas a nivel mundial, sólo detrás de Siria.

En el caso de Cuba, la tiranía sigue expulsando a sus compatriotas. Nunca antes habían llegado tantos cubanos a Estados Unidos en un solo año, como en 2022. Según datos de la aduana estadunidense y la guardia costera, fueron más de 270 mil migrantes en ese año quiénes tuvieron que jugarse la vida en peligrosas travesías, siendo el número más alto en la historia.

Desde Nicaragua, sólo en el año 2022 migraron forzadamente más de 328 mil personas, siendo un 4.9% de la población total nicaragüense, al incrementarse el carácter represivo y totalitario del régimen Ortega-Murillo.

Como lo señala el secretario general de la OEA, Luis Almagro, la migración regional es el ejemplo más claro de lo que ocurre cuando colapsan las capacidades institucionales, sociales y económicas dentro de un país, para dar paso a la ineficiencia brutal de sátrapas y dictadores.

El colapso de las instituciones de la democracia representativa y la inobservancia de los valores y principios de la Carta Democrática Interamericana evidencian que las dictaduras son causantes directas del éxodo de millones de personas durante los últimos años.

BALANCE

La destrucción de la democracia ha potenciado una crisis migratoria sin precedentes que demuestra que el vínculo entre democracia y migración debe incorporarse para explicar las calamidades renovadas que ahora vive el continente.

La migración regional es de por sí, un fenómeno complejo y con muchas aristas. Reflexionar sobre el impacto del colapso de la democracia es indispensable si genuinamente queremos articular respuestas nuevas para la atención de la población migrante y la recuperación de las democracias perdidas en nuestro continente.

El fortalecimiento de la democracia regional debe ser una prioridad para todos los miembros de la OEA. Las dictaduras son instrumentos inhumanos que potencian la migración forzada ante la ineficacia de las burocracias autoritarias y los caprichos de las élites gubernamentales que sólo piensan en sí mismas y su perpetuación.

*Los puntos de vista son a título personal.

No representan la posición de la OEA

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