Logo de Excélsior                                                        

Cumbre de la democracia electoral

Francisco Guerrero Aguirre

Francisco Guerrero Aguirre

Punto de equilibrio

 

La semana pasada tuve la oportunidad de participar en el Foro Regional para las Américas de la Cumbre de la Democracia Electoral, que se efectuó del 28 al 30 de junio y que fue convocado por el Instituto Nacional Electoral (INE) de México, en alianza con varios organismos internacionales que promueven y defienden la democracia en el mundo y la región.

La democracia contemporánea se ha enfrentado a la presencia de la pandemia mundial de covid-19 y sus efectos multidimensionales, que se suma a fenómenos complejos como la erosión y el desencanto democrático, la polarización, el fanatismo, la desinformación y las noticias falsas en contextos electorales.

En este contexto desafiante, la Cumbre de la Democracia Electoral es un espacio valioso para plantear iniciativas mancomunadas de acción. Como lo señala el secretario general de la OEA, Luis Almagro: “Sabemos que el trabajo de la democracia nunca termina y si dejamos de trabajar para mejorarla permanentemente para protegerla, para hacerla más eficiente, la democracia se erosiona”.

A pesar de la pandemia y sus efectos, durante 2020-2022, la democracia regional logró importantes avances, al celebrar de forma periódica y pacífica sus procesos electorales por medio de los cuales la ciudadanía sigue eligiendo y renovando a sus autoridades públicas incidiendo en los asuntos de interés general, a través de su sufragio.

La presencia de la pandemia de covid-19 incorporó una nueva e importante variable en la organización de los comicios introduciendo en el trabajo de los organismos electorales la necesidad de lograr el equilibrio entre los derechos a la vida y salud con el ejercicio de los derechos político-electorales, a través de la incorporación de criterios de bioseguridad y coordinación con las autoridades sanitarias.

La democracia regional no se detuvo, por el contrario, sigue vigente y funcional. Se realizaron comicios en 13 países durante 2020, en 2021 fueron 25 elecciones en 17 países y, en 2022, se han programado 11 procesos electorales que se están ejecutando conforme al calendario y a las normas constitucionales y legales de cada país.

En el foro regional, todos los conferencistas y panelistas alzamos la voz en defensa de la institucionalidad: cuidar al árbitro electoral de las presiones y ambiciones es vital para la salud de nuestras democracias.

Un patrimonio democrático de la región son las Misiones de Observación Electoral de la OEA, que en los últimos 60 años se han desarrollado en 28 de los 35 estados miembros. A través de nuestra historia, ya se acumulan más de 300 misiones que han contribuido al fortalecimiento de los sistemas electorales en todas las etapas de los comicios. 

 

BALANCE

La presencia de la observación electoral contribuye a la transparencia de los procesos, genera confianza en los actores políticos y en la ciudadanía, permite el escrutinio público, da voz a quienes quieren presentar sus reclamos, favorece la paz social y fortalece la institucionalidad electoral y el Estado de derecho.

Los informes de las Misiones de Observación son un insumo importante para la realización de reformas electorales en los países de la región, lo que permite mejorar prácticas, fortalecer procesos y, por ende, ganar credibilidad y confianza.

Desde la OEA seguiremos trabajando de la mano de todos los actores internacionales por la promoción y el fortalecimiento de la democracia representativa en el hemisferio. La Carta de la OEA, la Carta Democrática Interamericana, y los demás instrumentos jurídicos que conforman el corpus iuris interamericano son nuestra guía de acción en esta trascendental tarea.

 

*Los puntos de vista son a título personal. No representan la posición de la OEA

 

Comparte en Redes Sociales

Más de Francisco Guerrero Aguirre