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Tres años ya

Francisco Garfias

Francisco Garfias

Arsenal

Andrés Manuel Lopez Obrador cumple hoy tres años en la Presidencia de la República en un ambiente de polarización y con un preocupante empoderamiento de los militares. A una parte de los mexicanos les parecerá que hay mas claros que oscuros en estos mil 86 días de su gobierno. La otra no ve llegar la hora en que el Presidente deje las riendas del país y se vaya a su rancho en Chiapas. ¿De qué tamaño es una y otra parte? Las encuestas coinciden en que AMLO inicia su cuarto año de gobierno con una aprobación que ronda 65 por ciento, a pesar de que las frías estadísticas no favorecen a su gobierno.

¿Eso querrá decir que sólo hay inconformidad en 35 por ciento de la población? Difícil saberlo.

* Para hacer un balance de la 4T pongamos los ejemplos de salud, seguridad, economía y pobreza. La eliminación del Seguro Popular y su reemplazo por el Insabi dejó sin acceso a servicios públicos de salud a 15.6 millones de personas, según el Coneval.

Súmele que desde hace tres años hemos visto a los padres de niños con cáncer sitiar el Senado, bloquear caminos, plantarse en aeropuertos, para conseguir tratamientos que nunca llegan.

La escasez de medicamentos ha alcanzado tales proporciones que el propio AMLO dijo que si no resolvía ese problema, se cambiaba de nombre. El tratamiento de covid y el doctor López-Gattel han dado armas a los adversarios de la 4T. A lo largo de la pandemia, México se ha distinguido por estar en el cuarto lugar mundial en muertes totales y ser de los primeros en defunciones de personal sanitario.

* La seguridad es de las áreas con mayores pendientes. Los resultados contradicen la estrategia de “abrazos no balazos”, que supuestamente ataca las causas de la violencia criminal.

Hay más balazos que en los sexenios anteriores. El número de muertos en estos tres años ronda los 100 mil, según cifras oficiales. “La seguridad pública es el peor fracaso (de este gobierno). Las calles están llenas de miedo, de sangre, de dolor”, dice el senador Germán Martínez, coordinador del grupo plural en la Cámara alta.

* En materia económica, AMLO prometió crecer 4% promedio en su sexenio. Sueño imposible. En 2009, su primero y único año sin covid, vaticinó 2 por ciento. Hubo un decrecimiento de 0.1 por ciento. En 2020, ya con el virus, el PIB se contrajo 8.2%.

Se calcula que en 2021 debutará el crecimiento económico en la 4T: alrededor de 6%. Pero la inflación –fenómeno mundial–, y la depreciación del peso echaron a perder la fiesta. “Por el bien de todos, primero los pobres” es una frase con la que identificamos inmediatamente al obradorismo. Ha sido su principal bandera. Pero en este campo tampoco hay mucho que celebrar, a pesar de los múltiples programas sociales. El número de pobres aumentó en 3.8 millones sólo en 2020, de acuerdo con el reporte que dio a conocer el Coneval en agosto pasado.

* Entre los “claros” de la 4T, Germán Martínez ubica el aumento, sin precedentes, al salario mínimo. Al finalizar el sexenio de Peña Nieto, alcanzaba 88.36 pesos diarios; ahora es de 141.70 pesos. Los acuerdos laborales logrados en el T-MEC, la recaudación y la eliminación de las condonaciones de impuestos al gran capital también le son reconocidos a AMLO.

Otro senador, el morenista Eduardo Ramírez, considera que las reformas al artículo tercero de la Constitución vinieron a dar paz al sector educativo.

Un avance más que ve en la 4T es el fortalecimento de la democracia participativa, vía la revocación de mandato. Si el ciudadano pierde la confianza en el Presidente o en los gobernadores, se van.

* El tercer aniversario de la llegada al poder de AMLO será motivo de una concentración en el Zócalo. Para unos la preocupación será la pandemia; para otros, el significado político que pudiera tener.

“Si hay templete y suben a Claudia y no a Monreal ni a Ebrard, hay destape y su destape que lo diga para empezar a contabilizar actos de campaña”, comentó, mordaz, el propio Germán Martínez. Monreal confirmó que va a acudir al Zócalo. Prevé que lo ubiquen “a ras de suelo”. No se agobia. “Acudiremos con mucho gusto como parte de un movimiento que detonó el proceso de transformación que se vive en México”, dijo.

Le preguntaron si no teme que le organicen una rechifla. Respondió:

“Son compañeros que están en la misma lucha, no creo que nadie se deje manipular para lastimar u ofender a nadie. Va a ser una celebración justa para un Presidente esforzado.”

Aunque espera que el acto no se convierta en un destape adelantado. “Alteraría todo el equlibrio que hasta ahora se ha mantenido dentro de Morena”, alertó.

–¿Y si le levanta la mano? –interrumpió la reportera de Televisa, Claudia Flores.

–Nos acercaremos para que nos levante también la mano –repuso entre risas.

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