¿Qué ofrece Xóchitl?
La analista Viridiana Ríos afirmó en un programa de opinión y debate por televisión abierta que, a diferencia de Claudia Sheinbaum, cuya oferta de continuidad es notoria, no le era posible descifrar qué ofrecía Xóchitl Gálvez porque exhibe “esquizofrenia ...
La analista Viridiana Ríos afirmó en un programa de opinión y debate por televisión abierta que, a diferencia de Claudia Sheinbaum, cuya oferta de continuidad es notoria, no le era posible descifrar qué ofrecía Xóchitl Gálvez porque exhibe “esquizofrenia ideológica”, en virtud de sus muy diversos mensajes, dada la amplitud de la alianza que representa, y que ella los considera contradictorios. Lo de menos es su inquina manifiesta hacia la alternativa al populismo imperante, se agradece que haya dado pie para aclarar paradas y poner los puntos sobre las íes.
Aplaudo que la opinóloga observe que Sheinbaum es continuismo, pero extraña que no haya visto algo igualmente evidente: Xóchitl representa cambio respecto a la restauración autoritaria en curso. El hiperpresidencialismo regresó con esteroides militares y busca anular conquistas democráticas, lo que provocó una respuesta inédita por parte de la sociedad. La virtual candidata del Frente Amplio enarbola las causas que convocaron a las multitudinarias movilizaciones rosas que desbordaron calles y colmaron plazas en 120 ciudades.
La precandidata oficial única asumió compromisos transexenales, entre ellos trastocar el sistema electoral para que el gobierno retome el control de los comicios y hacer de la división de poderes una simulación, como ocurría en el siglo pasado. El llamado plan C consiste en lograr una mayoría calificada que establezca la votación universal de consejeros, magistrados, jueces y ministros para que los engulla el nuevo partido de Estado. Si no pudieron culminar la regresión fue precisamente por la resistencia de la alianza opositora en el Congreso, la fuerza social que la respalda y la independencia judicial que tanto molesta al Ejecutivo. Sobra decir que esto se dirimirá en la próxima elección.
La comentarista de marras se escandaliza por la unión de liberales, socialdemócratas, conservadores y centristas, reciclando con otras palabras la analogía del agua y el aceite, pero ésta es resultado de la negación del pluralismo, de un pensamiento único que se plantea gobernar en solitario, imponer de facto el centralismo y acabar con las alternancias. Pronto tendremos a la primer integrante de la SCJN nombrada por designación presidencial.
Steven Levitsky y Daniel Ziblatt apuntan en su multicitado libro Cómo mueren las democracias que, para enfrentar al populismo iliberal, “las coaliciones de ideologías afines son importantes, pero no bastan para defender la democracia. Las coaliciones más eficaces son aquellas que congregan a grupos con concepciones distintas (incluso discordantes) sobre múltiples asuntos. No se construyen entre amigos, sino entre adversarios”.1
Desde la pluralidad reivindicada se trabaja el programa de gobierno que enarbolará Xóchitl, el cual será expuesto en deliberaciones públicas. La Marea Rosa presentó un ambicioso documento llamado Que nadie se quede atrás, Manuel Gurría estableció un equipo de alto nivel que elaboró el texto a discusión y Enrique de la Madrid organizará mesas de diálogo sobre los distintos temas. Pronto se presentará el producto final, pero hay ejes conocidos. Resalto algunos.
Si al régimen obradorista le disgusta el “cuento de que la ley es la ley” y ha permitido el empoderamiento político, económico y territorial del crimen organizado, Xóchitl plantea Estado de derecho, dar certeza jurídica y priorizar la seguridad, lo cual incentivaría inversiones, aprovechando mejor el nearshoring. Frente a la destrucción institucional, fortalecer instituciones y respetar autonomías constitucionales. Ante la desigualdad, rescatar los sistemas públicos de Salud y Educación y focalizar programas sociales para combatir la pobreza extrema que ha crecido en este gobierno. En lugar de estigmatizar a periodistas, protegerlos y garantizar la libertad de expresión. La corrupción no se enfrenta con pura saliva, debe revertirse la creciente discrecionalidad, opacidad y falta de controles.
Hay cosas que Xóchitl Gálvez deberá corregir y afinar, pero el ninguneo de la propaganda oficial responde al miedo a perder porque les rompe el esquema. Tema para otra columna.
1 Levitsky y Ziblatt, Cómo mueren las democracias, Ariel, 2018, p. 253.
