La ruptura del orden constitucional
Galimatías Un galimatías es un término usado para describir un lenguaje complicado y casi sin sentido, embrollado, lenguaje oscuro por la impropiedad de la frase o por la confusión de las ideas. Puede tener texto cifrado. Se usa cuando alguien trata de expresarse de una ...
Galimatías
Un galimatías es un término usado para describir un lenguaje complicado y casi sin sentido, embrollado, lenguaje oscuro por la impropiedad de la frase o por la confusión de las ideas. Puede tener texto cifrado. Se usa cuando alguien trata de expresarse de una forma complicada.
Coloquial.
Las conferencias
El ataque sistemático al orden jurídico mexicano por el titular del Ejecutivo federal, desde la plataforma bélica de las mañaneras, ha provocado una ruptura progresiva de la Carta Magna y consecuentemente de la forma republicana democrática de gobierno.
Estos ataques generan transgresiones, las más de las veces, a los derechos humanos (principal tutela de la Constitución) de los individuos descalificados, se viola la presunción de inocencia, la confidencialidad de indagatorias, el honor de personas físicas y morales, organizaciones y países; vamos se juzga y condena sin juicio y sin autoridad o competencia, amparado en una autoridad moral inexistente.
En la mañanera del día de ayer, nuevamente aparece lo que ya es costumbre en estas charadas: burlas, desinformación y rompimiento del orden constitucional.
El desconcierto y la tolerancia prevalecen en la ignorancia de la Constitución, que pone en la mesa de la peligrosa duda, un sinnúmero de asuntos urgentes por atender.
Ayotzinapa, las acciones tomadas por el subsecretario Encinas han puesto en tela de juicio la autonomía de la FGR, que le ha tenido que enmendar la página varias veces. Desinformación, confusión y acusaciones que también provocan una ruptura constitucional.
La inobservancia del artículo 21 de la Ley Suprema, que otorga facultades y demanda obligaciones sólo al Ministerio Publico en la persecución de los delitos, arrogarse facultades excesivas de forma infundada que no corresponden a la conducción de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa, ha generado dolor y desconcierto. Manifestaciones violentas que, incluso, se han concretado en la invasión y destrucción de instalaciones militares, dejando recientemente, un saldo de soldados, policías y guardias nacionales de 39 lesionados.
El decreto que concentra a la Guardia Nacional en la Sedena es acto de gobierno que lesiona el orden jurídico de nuestro país, ya el Presidente adelantó que será el Poder Judicial federal el que determine la constitucionalidad de su decreto.
La oficina en México del Alto Comisionado de la ONU en Derechos Humanos llamó a mantener la naturaleza civil de la GN y de la seguridad pública, pues militarizarla representa un debilitamiento a la democracia.
La mañanera de ayer trato temas por demás delicados, como el hackeo a la Sedena y el estado de salud del Presidente, quien admitió que tiene varios padecimientos e ironizó de manera chusca al respecto.
Arremetió contra los senadores del PAN porque, dice, no quieren a las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública. “No somos como ellos”. Más de lo mismo en un esquema desgastado e inoperante como mecanismo de información que, sin duda, debilita la estabilidad constitucional a base de ironías, sarcasmos “otros datos” y, desde luego, mensajes contradictorios.
El doble vínculo es en este caso, cuando el receptor de las mañaneras recibe mensajes contradictorios entre sí al mismo tiempo. El receptor queda entonces atrapado entre dos mensajes, ya que el emisor siempre negará esta contradicción, conducta que las más de las veces rompe el equilibrio constitucional por ser éste quien representa el Estado Mexicano.
Todo esto conlleva a la ruptura constitucional.
