Ulises Lara por encima de la ley, siempre

El encargado de despacho de la Fiscalía Capitalina, Ulises Lara López lo demostró una vez más: con vileza y descaro nos hizo saber que la ley le tiene sin cuidado y subordina a la Fiscalía a sus lealtades y amistades.

Aunque lo niegue, rescató al exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, acusado de peculado y perseguido por la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua. En una clara muestra de favoritismo y abuso de poder, Lara no dudó en socorrer a Corral cuando fue capturado en un restaurante de la Ciudad de México. A pesar de la orden de arresto y la solicitud de cooperación emitida por la Fiscalía local, Lara ignoró estos procedimientos y, en lugar de colaborar con la justicia, se encargó de liberar al acusado. Este acto no es sólo una afrenta a las instituciones, sino además una evidencia palpable del compadrazgo que permea en el gobierno de la llamada Cuarta Transformación.

Después, Lara se justificó con procedimientos legales que, seguramente, ni él entiende, pues su graduación, como hay recordar, se dio de manera exprés y de una universidad pirata. ¡Vaya funcionarios!

Este incidente se suma a una serie de acciones que reflejan el cinismo y la corrupción sistémica en el actual gobierno. La administración actual no sólo ha demostrado su inclinación por proteger a sus amigos, sino también por desviar la atención de sus propias faltas con ataques infundados contra los medios de comunicación y sus críticos.

Como siempre, mi solidaridad y respaldo total para Ciro Gómez Leyva y a todos los comunicadores responsables de este país que han sido cobardemente atacados desde la Presidencia de la República.

La reciente exposición de estas prácticas a través de la prensa mexicana ha sido crucial. Sin la valentía de los comunicadores responsables el público no habría conocido la magnitud del encubrimiento y la corrupción de esta gestión. En un contexto donde se acusan vínculos con el narcotráfico entre miembros del gobierno, la transparencia y el periodismo valiente se convierten en los últimos baluartes contra la impunidad.

Está cerca el fin de este gobierno, acá ya no hay sorpresas, veremos qué nos depara el próximo. Desearía que no puede poner peor, pero estoy seguro de que siempre pueden superarse.