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T-MEC: ¿correrá la suerte del Tratado de Versalles?

Enrique Villarreal Ramos

Enrique Villarreal Ramos

Contrapunto político

El anuncio de la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, sobre el inicio de una investigación contra el presidente Donald Trump, que puede derivar en un impeachment y, en su eventual destitución, genera mayor incertidumbre sobre el T-MEC, ya que seguramente prolongará su ratificación hasta después de los comicios del año próximo o puede correr la suerte del Tratado de Versalles en 1920, cuando fue rechazado por el Senado de aquel país, pese a su importancia histórica para el mundo. Tampoco en Canadá su aprobación es segura si Justin Trudeau pierde la reelección con Andrew Scheer, quien podría pedir su revisión.

No pueden pasar desapercibidas las similitudes entre las circunstancias de ambos tratados. En el primer caso, el presidente Woodrow Wilson enfrentó a un Senado de mayoría republicana y a la mezquindad de senadores como Henry Cabot Lodge, quien encabezó la oposición a su ratificación, tanto de dicho pacto como de la Liga de las Naciones, alegando que diversas cláusulas eran perjudiciales para los intereses norteamericanos, contrarias a su aislacionismo y favorables a las viejas potencias colonialistas. En realidad, los republicanos no deseaban que el mandatario demócrata obtuviera rédito electoral de la aprobación del tratado, y aprovecharon que no lo pudo defender debido a su enfermedad (de por sí la negociación era complicada por la dificultad de modificarlo) para rechazarlo en la Cámara alta, lo que, a la postre, les sirvió para ganarle a los demócratas la presidencia en 1920.

Con el T-MEC sucedió lo que tanto se temía, que su ratificación se contaminara electoralmente. Después de que Donald Trump fue el principal saboteador del TLCAN, ahora presionaba para que el Congreso lo aprobara antes de que terminara el año. Pero la contienda política se polarizó y ha llegado el momento del cobro de facturas de los demócratas, que no olvidan las ilegalidades, el autoritarismo, las mentiras y la bravuconería que ha caracterizado al presidente, harán valer su mayoría en la Cámara baja e impedirán que aquél se lleve el rédito político. Nancy Pelosi ha expresado los distintos aspectos que bloquean la ratificación del T-MEC e, inclusive, coinciden en la necesidad de reabrirlo los principales aspirantes presidenciales de su partido (como Joe Biden, Elizabeth Warren, Kamala Harris y Bernie Sanders), y una coalición de grupos laborales, ambientales y consumidores. En particular, se demanda incluir un mecanismo de cumplimiento de las normas y derechos laborales, ya que preocupa, tal como lo afirmó el congresista Richard Neal, quien preside el grupo de trabajo negociador del tratado, que los recursos destinados (insuficientes por la austeridad gubernamental) y el tiempo (prolongado, pues hasta el próximo año tendrá presupuesto la reforma laboral) que tomará la aplicación de la nueva legislación, y poder acabar con el dumping laboral a favor de México. Asimismo, se ha cuestionado las reglas sobre protección del medio ambiente (y la necesaria cooperación entre ambos vecinos, especialmente en la frontera) y las de propiedad intelectual y patentes para la industria farmacéutica, ya que se busca reducir el periodo de 10 años que las tres naciones acordaron de protección a los medicamentos biológicos, antes de que puedan producirse genéricamente, a precios más bajos.

Aunque no prospere la destitución de Trump, con la “guerra electoral” no sólo estará en riesgo la ratificación del T-MEC, sino el mismo TLCAN, como una de sus víctimas.

 

ENTRETELONES

El totalitarismo es la herencia de la revolución de Mao, a 70 años de su triunfo.

 

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