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Nuevo sindicato en el Senado

Enrique Villarreal Ramos

Enrique Villarreal Ramos

Contrapunto político

 

El 22 de octubre fue un día de gran trascendencia para los trabajadores de la Cámara alta debido a que el Sindicato de Trabajadores del Senado de la República Mexicana (STSRM) recibió la toma de nota y con ello, por
primera vez en una década, tendrán una agrupación que verdaderamente los represente, defienda sus derechos y luche por mejorar sus condiciones de trabajo, salariales y de vida.

En el Senado han existido diversas dirigencias sindicales, correspondientes a otras tantas agrupaciones gremiales, pero la más perjudicial ha sido la que encabeza (desde el 2009 y cuyo último periodo venció el 31 de agosto) Bertha Orozco, quien se ha reelecto ilegalmente tres veces, gracias al respaldo no de la base trabajadora,
sino de anacrónicos y desacreditados caciques sindicales, Joel Ayala (FSTSE), Carlos Aceves (CTM) y el petrolero, Carlos Romero Deschamps.

Orozco se distingue por ser operadora del PRI; despilfarrar recursos públicos; extorsionar a la autoridad;
los abusos y las represalias contra los empleados (con complicidad del área de Recursos Humanos), especialmente a quienes se le han rebelado, además de que ha acumulado múltiples denuncias y resoluciones judiciales, que ha librado. El hoy dirigente del nuevo sindicato, Michel Pavia, también la demandó por despido injustificado y después de siete años el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje ordenó su reinstalación.

Ante ello, y en el contexto de la Reforma Laboral, con Pavia un grupo de trabajadores, entre ellos, Adrián Aguilar, Claudia Prieto, Daniel González, Edén Lozano, Elba Enríquez, Gerardo Galicia, José Galván, José Muñoz, José Nava, Laura Garcia, Luis Ruiz, Luis Gonzaga, Maricela Rangel, Miguel Lazcano, Salvador Lozano, Santos Chávez, Virginia Meléndrez, y Venancio Guadarrama, pese a las amenazas y represalias, valientemente crearon la nueva organización, que ya posee un importante número de agremiados y pronto se convertirá en el sindicato mayoritario del Senado.

El vertiginoso éxito que se les augura se debe, en parte, al repudio a quienes dirigen los otros sindicatos, que han vivido del erario, y han simulado defender a sus integrantes, pero principalmente a las características propias de los dirigentes citados, que integran el comité ejecutivo y comisiones del STSRM. La base trabajadora les reconoce su historial de lucha, autoridad moral, experiencia, capacidad y compromiso, con cada una de las áreas de su competencia (finanzas, previsión social, etc.), y con la labor senatorial, lo que genera confianza en que cumplirán a cabalidad con la legalidad sindical y que no les fallarán con lo prometido.

Del Estatuto llama la atención diversos rasgos que van acorde con los tiempos de cambio que se viven en el país. Sobresale el carácter abierto (basta tener una relación laboral con el Senado para formar parte de ella); la no discriminación (libre afiliación política y de religión), el voto individual y secreto de todos sus órganos y dirigentes; la austeridad, transparencia y rendición de cuentas, incluyendo la revocación de su mandato y la no reelección de la dirigencia; un Código de Ética en el que destacan la honestidad, la justicia, la equidad de género y la solidaridad, entre otros valores que deben guiar a todos los sindicalizados.

La gran expectativa es que con el liderazgo de Michel Pavia no sólo se cumplan viejos anhelos de los trabajadores (como su basificación), sino que ahora la Cámara alta también posea un sindicato que contribuya eficazmente a la realización del trabajo legislativo.

 

 ENTRETELONES

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