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Con abrazos no balazos… ¡nada!

Enrique Aranda

Enrique Aranda

De naturaleza política

Tasa de letalidad aquí 7.57%…

en el mundo 2.04 por ciento.

 

Más allá del discurso de supuesta sustitución de una política bilateral claramente asistencialista en materia de seguridad, como describió Marcelo Ebrard Casaubon a la Iniciativa Mérida, por la denominada Entendimiento Bicentenario, cuyo sustento, se asegura, no es otro que la identificación y alineamiento de “coincidencias y prioridades” entre ambos países avanzará, irremediablemente, hacia el fracaso si a nivel interno, Andrés Manuel López Obrador y su gobierno no asumen la responsabilidad de combatir y erradicar al crimen organizado con miras a controlar la (creciente) violencia para preservar y mantener la paz pública.

Está claro que, nos guste o no, insistir en mantener como política pública aquello de los “abrazos, no balazos”, no hará sino preservar y agravar el actual estado de cosas, y claro, evidenciará lo irrisorio de la nueva prédica según la cual “el éxito de esto no se va a medir porque se capture un capo y se haga una gran conferencia de prensa (sino) porque haya menos homicidios en México y menos consumo de drogas” en Estados Unidos.

Debe quedar claro que una cosa sin la otra, prevención sin combate a los diferentes cárteles –algunos de cobertura transnacional, como se definió el jueves– o viceversa como se quiera, simple y sencillamente no conducirá a ninguna parte.

Pensar que la paulatina entrega, por decisión u omisión de cada vez más amplios territorios y, presumiblemente, importantes posiciones de poder a los cárteles o sus representantes no será nunca una alternativa con posibilidad de éxito, aun cuando al más alto nivel del gobierno federal y sus contrapartes –la administración Biden en este caso– trabajen en la consolidación de programas que potencien sus coincidencias, busquen empatar sus políticas en materia de desarrollo socio-económico, inversión u otras, ignorando, insistamos, la grave realidad existente en el ámbito de la seguridad, migración y/o contención y eventual erradicación del trasiego de fentanilo o precursores químicos.

Aceptemos pues que, a diferencia de la desechada Iniciativa Mérida, que privilegió el otorgamiento de ayuda financiera y armas a México no rindió el fruto esperado de controlar la violencia y devolver la paz a nuestro país ni contuvo el trasigego de drogas hacia Estados Unidos, el acordado Entendimiento Bicentenario sí lo consiga. Una apuesta muy arriesgada, sin duda.

ASTERISCOS

* Merecido, sin duda, el homenaje que en el marco del Bicentenario de su fundación se rindió a todos y cada uno de los miembros de la Marina-Armada de México, actuales y ya fallecidos, así como la remembranza que de su aporte  a la defensa y mantenimiento de la seguridad han realizado a lo largo de dos centurias; hoy especialmente en la lucha contra el crimen organizado.

* Ahora sí que, al margen de tomar “otros datos” siempre sin sustento, lo cierto es que la consideración presupuestal de un alza de 4.4% en la captación de inversión extranjera en 2022, simple y sencillamente carece de sustento en las más diversas estimaciones realizadas por organismos nacionales y globales, esos sí totalmente confiables.

Veámonos aquí, mañana, con otro asunto De naturaleza política.

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